Retrasar la poda de las vides para aprovechar la acumulación de reservas que ayuden a la próxima brotación de las cepas. Esa es la recomendación que ha lanzado el Aula de Viticultura del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles para propiciar la recuperación de las plantas durante el otoño, tras un verano especialmente seco, en el que muchos viñedos han acusado un evidente agotamiento por «estrés hídrico» o falta de agua.

Tal y como detalla la ingeniera agrónoma Ángela Portero, responsable del Aula de Viticultura del Consejo Regulador, uno de los mejores métodos para reducir las enfermedades que afectan a la madera de la cepa y, de este modo, «tener viñas más longevas» es comenzar la poda por aquellas vides que presenten yesca, una enfermedad parasitaria producida por hongos que penetran en la planta a través de sus partes leñosas.

De igual modo, el último boletín que emite semanalmente la Agrupación para el Tratamiento Integrado en Agricultura (Atria) insta a los viticultores de la zona Montilla-Moriles a respetar las venas de savia, la corriente de verdes y la de secos. «No se deben hacer cortes que cambien las venas de la vid, ya que dejan los pulgares de la planta montados en seco, como se dice coloquialmente en nuestra zona», apuntó Ángela Portero.