¿Produce Córdoba el mejor aceite de oliva del mundo? La pregunta, que podría sorprender en otras provincias, encuentra rápida respuesta si se analizan los numerosos certámenes nacionales e internacionales en los que cada año aparecen siempre almazaras cordobesas entre las más premiadas, pero no solo en el 2021, sino en la última década. Una buena vara de medir es el ranking internacional World’s best olive oils, que creó el alemán Heiko Schmidt y que en la última década siempre ha tenido en lo más alto del podio a un virgen extra de Carcabuey o Priego, en concreto de Almazaras de la Subbética, Muela Olives o Knolive Oils, a los que se han unido en este periodo zumos de almazaras de Luque y Baena en el podio. El último ranking World’s best olive oils situó el zumo de la aceituna Rincón de la Subbética, de Almazaras de la Subbética, como el más premiado del mundo en el 2021, ocupando el séptimo lugar el Coupage Natural de Cortijo Suerte Alta, de Albendín (Baena). Además, entre los veinte primeros se posicionaron otros tres más: Venta del Barón (Muela Olives), Parqueoliva (Almazaras de la Subbética) y Epicure (Knolive Oils). En este mismo ranking se distingue entre aceites de producción convencional y ecológica u orgánicos. En la categoría ecológica quedó en primer lugar Rincón de la Subbética y en el segundo puesto, Coupage Natural de Cortijo Suerte Alta.

El Premio Alimentos de España, convocado por el Ministerio de Agricultura, tiene también como grandes protagonistas en la última década a los aceites cordobeses. El reconocimiento Alimentos de España al mejor aceite español de cada campaña, desde la cosecha 2009/2010, lo han conseguido Almazaras de la Subbética (2009/2010 y 2017/2018), Manuel Montes Marín (2010/2011) y Cortijo Suerte Alta (2019/2020). A esta máxima distinción hay que unir los premios en las distintas categorías del certamen. 

El olivar cordobés también suele estar representado todos los años en los premios que convoca el Consejo Oleícola Internacional (COI). En la edición del 2021 recibió un segundo premio Almazaras de la Subbética y el tercero fue para Hispania Food Company XXI (Carcabuey). Resultaron finalistas Cortijo Suerte Alta y Aceites Canoliva (Baena). Tampoco faltaron los vírgenes extra cordobeses en el Premio Expoliva 2021. Obtuvieron primeros premios Almazara de Muela, Almazaras de la Subbética (en tres categorías), Cortijo Suerte Alta y Olivarera Nuestra Señora del Carmen (Zamoranos). 

El consumidor toma en la actualidad el mejor aceite tras un esmerado proceso de producción

El listado de reconocimientos en los distintos certámenes internacionales es innumerable, ya sea con empresas de la denominación de origen Priego de Córdoba o Baena, pero también con almazaras que se encuentran fuera de los distintivos de calidad. La extendida calidad en la provincia se vio reflejada también en los premios de la Diputación, que fueron en su máxima distinción para Manuel Molina Muñoz e Hijos (Almedinilla) y la cooperativa Virgen de la Torre (La Victoria). 

La pregunta sería ahora: ¿por qué Córdoba produce un virgen extra que destaca en todo el mundo? Córdoba, que tiene a algunos de los mejores catadores en aceite desde hace décadas, es también una provincia en la que el cultivo del olivar encuentra un espacio idóneo para las distintas variedades de olivar, incluso para aquellas que proceden de otros lugares, como sucede con la arbequina, habitual de Cataluña pero con la que Aceites Castelanotti ya consiguió en la campaña 1997/1998 un accésit en los Premios Alimentos de España. Hoy, esta variedad sigue creciendo en la provincia y en 2021, en los premios Evooleum, Almazaras de la Subbética fue reconocida como el mejor virgen extra de esta variedad con su aceite Almaoliva Arbequino. Aunque existan variedades identificativas como la picudo (denominaciones de Baena y Priego), dominantes en algunas zonas como la hojiblanca (denominación de Lucena) o muy extendidas como la picual, el mejor aceite cordobés se enriquece con una unión de variedades, ya sean la picuda, la hojiblanca, la picual o la nevadillo negro u otras incorporadas como la arbosana o la frantoio. Nadie discute que el consumidor está tomando en la actualidad el mejor virgen extra de la historia al incorporarse a la tradicional cultura de la calidad la constante formación del olivarero y el cambio en los hábitos de recolección (adelanto de un mes o un mes y medio respecto a lo que era habitual), tratamiento de la aceituna como la fruta que es, cuidado en el transporte y recepción en la almazara y mejora de los sistemas de molturación y almacenamiento del aceite.