La Universidad de Córdoba acaba de inaugurar la primera unidad de bioseguridad nivel 2 independiente en una universidad andaluza. Las nuevas instalaciones, ubicadas en el campus de Rabanales y dependientes del Vicerrectorado de Investigación, se caracterizan por ser una estructura independiente, es decir, «es una unidad experimental que funciona aisladamente al resto de edificios del Servicio de Animales de Experimentación (SAEX), garantizándose así la bioseguridad. La Universidad de Córdoba es la primera en Andalucía en disponer de unas instalaciones con estas características, potenciándose así aún más este servicio, que se posiciona como referente a nivel nacional, por la singularidad y variedad de sus instalaciones», señala la directora del SAEX, Ana María Molina.

La nueva unidad es la primera de este tipo en Andalucía capaz de trabajar con agentes patógenos de nivel P-2 en animales. «Se trata de realizar estudios experimentales con organismos potencialmente patógenos, es decir, capaces de producir enfermedades que pueden ser tratadas, y en las que se pueden aplicar medidas preventivas para evitar su aparición», explica Molina. De esta forma, a partir de ahora en las instalaciones del SAEX, destinado principalmente a la investigación, y producción y mantenimiento de animales de laboratorio, se podrá trabajar en infecciones experimentales con organismos potencialmente patógenos con roedores y conejos.

SERVICIO/ El objetivo de este laboratorio es satisfacer no sólo la demanda de los grupos de investigación de la UCO, sino de la comunidad científica andaluza en general. «Se prestará servicio a otras universidades andaluzas, además de otras instituciones públicas y privadas», comenta la responsable del servicio de experimentación quien indica que «en estas instalaciones los investigadores directamente podrán realizan sus estudios, o bien solicitar que el personal técnico especializado del SAEX de la Universidad de Córdoba se los realice».

Esto será posible gracias a que se trata de unas infraestructuras singulares para la realización de técnicas de experimentación animal que permitan ayudar al control y erradicación de enfermedades infecciosas de interés económico y de riesgo para la sanidad humana y animal.

En este sentido, la unidad prestará servicio además de a los grupos de investigación de las universidades andaluzas, adscritos al Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3), a institutos de biomedicina como el Imibic, a aquellos asociados a centros hospitalarios, y laboratorios de otras instituciones públicas y privadas, del sector empresarial en el ámbito de la agroalimentación y la biomedicina.

La nueva unidad experimental animal ha supuesto una inversión superior al millón de euros y ha sido un proyecto cofinanciado con fondos europeos Feder a través de las convocatorias correspondientes a los años 2013 y 2015.