La idea de convertir locales comerciales sin uso en lofts surgió en el 2010, pero tardó en materializarse, ya que incluso necesitó una modificación de PGOU para hacerla realidad, que se produjo en el 2012. Su artífice fue la empresa Injupisa, que en marzo del 2015 estrenó el primer local adaptado a vivienda de Córdoba. Tras las obras, aquel local de 115 metros cuadrados ubicado en la calle Pintor García Guijo, en Levante, se transformó en una vivienda con todo tipo de detalles pensados para personas con problemas de movilidad, sin escalones ni barreras arquitectónicas, con un recibidor, salón--comedor, cocina, dormitorio y baño.

Aquella primera experiencia necesitó una inversión de 60.000 euros. Después, a finales del año pasado, quedó preparado para ser habitado el segundo local, ubicado en Platero Bernabé de los Reyes, tras el que vinieron más, ya que, según reconoce el gerente de Injupisa, José Antonio Piedra, «ha sido sorprendente la magnífica respuesta que están teniendo este tipo de viviendas».

La iniciativa se encuadra dentro del programa Sin barreras, que «consiste en eliminar el mayor número posible de barreras para toda la población». En el caso de los locales que no cumplen ese requisito, «se eliminan al máximo» los obstáculos para favorecer la movilidad. Estos lofts suelen tener «baños grandes, carecen de tabiques y puertas, y se encuentran a pie de calle». Por este proyecto, Injupisa fue distinguida este año por la Junta con motivo del Día de Andalucía.

En estos momentos, y según explica José Antonio Piedra, la empresa cuenta con 25 locales transformados en viviendas repartidos por toda Córdoba y en su mayor parte alquilados. Además, tiene preparados otros diez para reformar en los próximos meses. Estos lofts despiertan el interés de «jóvenes, mayores y personas con discapacidad, y tienen distintos tamaños en función del local», señala, e, incluso, «se interesan por ellos personas que residen en el mismo bloque, que carece de ascensor». Injupisa tiene hasta una lista de demandantes. Los alquileres de estos lofts oscilan entre los 400 y 500 euros.

Con este proyecto, señala Piedra, «se mejora la calidad de vida de las personas y el entorno en el que están los locales y se crean puestos de trabajo». Detrás de esta iniciativa está también el arquitecto Jesús José Mohedano Bolaños, que es el encargado de diseñar los proyectos y que asegura que «es una buena salida para los locales y tiene demanda».

Además de esta iniciativa, Injupisa cuenta con el programa de Apoyo a emprendedores, con el que reforma locales y los prepara para que el emprendedor inicie su actividad, ahorrándose el 90% de los gastos durante el 25% del tiempo que dure el contrato -unos 6.000 euros en dos años-. Además, prepara otro proyecto, Casco histórico, con el que pretende rehabilitar casas abandonadas, logrando de 4 a 6 apartamentos turísticos.

Implantar la idea de transformar locales en loft ha costado porque supone aportar más densidad de viviendas a un barrio y, en consecuencia, exige más equipamientos. No obstante, las reticencias iniciales se superaron en el suelo urbano consolidado. H