Cirujanos de todo el mundo celebraron ayer en el Hospital Groote Schuur de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, el 50 aniversario del primer trasplante de corazón, llevado a cabo por el médico sudafricano Christian Barnard en 1967. Barnard se convirtió en un personaje clave en la historia de la medicina al protagonizar lo que entonces se consideró una odisea científica: trasplantar con éxito el corazón de una joven que había muerto en un accidente de tráfico a Louis Washkansky, de 54 años, quien fallecería 18 días más tarde a causa de una neumonía.

A pesar de la muerte de Washkansky, Barnard fue vitoreado en todo el mundo por su hazaña quirúrgica, y repitió experiencia un año después, cuando reemplazó el corazón enfermo de un dentista jubilado de 58 años, Philip Blaiberg, quien vivió veinte meses más con su nuevo corazón.

Después de las exitosas operaciones de Barnard, cirujanos en Europa y Estados Unidos comenzaron a realizar trasplantes de corazón, mejorando los procedimientos utilizados por primera vez en Sudáfrica.

Por ello ayer, en conmemoración del innovador procedimiento, cientos de actos celebraron este medio siglo de nueva historia médica. Uno de estos eventos fue el ya citado de cirujanos y expertos en cardiología de todo el mundo que se reunieron en el hospital donde se produjo dicho hito para honrar a uno de los nombres más respetados del mundo médico, según el diario local News 24. Además, y como parte de la celebración del 50 aniversario, la ciudad sudafricana acoge una conferencia de tres días en la que especialistas del campo pretenden hacer el borrador Declaración de Ciudad del Cabo, con la que cirujanos, académicos y líderes políticos se comprometan a ayudar a los 33 millones de personas que sufren enfermedades cardíacas reumáticas en todo el mundo.

«Miramos atrás y nos quitamos el sombrero ante lo que sucedió hace 50 años. También vemos lo que ha sucedido desde entonces hasta ahora, y cómo hemos mejorado la cirugía cardíaca», declaró el profesor Deon Bezuidenhout, de la unidad de investigación cardiovascular de la Universidad de Ciudad del Cabo.

Sin embargo, Bezuidenhout apuntó que se necesita facilitar el acceso y financiación de estos trasplantes «para mejorar el destino de millones de personas».

Heather Coombes, directora de operaciones de la empresa start-up Strait Access Technologies, dijo que «no es aceptable» que en Estados Unidos haya un centro cardíaco por cada 120.000 personas, mientras que en Mozambique hay solo dos para 27 millones de ciudadanos. “La conferencia no plantea que el primer mundo venga a solucionar nuestros problemas. Tenemos que hacer algo y ellos pueden guiarnos y ayudarnos».