El Mundial de MotoGP no tiene previsto cambiar su política, su imagen, y continuará permitiendo «mientras no veamos nada irrespetuoso» que equipos y patrocinadores contraten azafatas para la parrilla o para sus distintos eventos. Aunque no lo dicen en voz alta, los organizadores del Mundial consideran que los amos de la F-1 han tomado una decisión de cara a la galería y, por supuesto, para ganarse adeptos.

«Nadie en Dorna contempla la posibilidad de acabar con las azafatas, entre otras razones porque las consideramos unos empleados más del paddock, parte de la caravana del Mundial, personas que contratan equipos y patrocinadores, no Dorna, porque entienden que las necesitan para su imagen», señala Ignasi Sagnier, director de comunicación de Dorna.

«Mientras no veamos nada irrespetuoso en el paddock, nos es totalmente indiferente que sean chicos o chicas. Da la sensación de que nadie contempla que muchos de estos jóvenes están estudiando sus carreras y aprovechan esos fines de semana para poder ingresar un dinero que les va de maravilla», termina diciendo Sagnier.

«Se puede estar a favor o en contra de esta medida de la F-1», ha señalado el expiloto neozelandés Simon Crafar, ganador del GP de Inglaterra de 1998 y comentarista de MotoGP TV, «pero yo les diré que mi mujer, con la que llevo 23 años felizmente casado, era azafata de Marlboro». Marc Márquez, hexacampeón del mundo, reconoce que «este es un tema que no decidimos los pilotos, pero mi opinión es que es un trabajo que puede ayudar a muchos chicos y chicas. Es totalmente respetable. Eso sí, estoy a favor de que, en muchas situaciones, se regule una vestimenta adecuada, siempre viene bien. Y eso se está cumpliendo».