La Guardia Civil descartó ayer que el detenido por la desaparición de su inquilina en Majadahonda (Madrid) sea un asesino en serie y ciñió su investigación a ese caso y al de la tía del presunto agresor, propietaria de la vivienda y cuyo paradero se desconoce desde el 2011.

El comandante jefe de la Guardia Civil de Majadahonda, Julián Martínez, informó sobre la investigación y confirmó que ya se localizaron a los dos inquilinos que faltaban de los seis últimos que habían habitado esa vivienda. A Bruno H. V. solo se le imputa por ahora de un delito de detención ilegal relacionado con la desaparición de Adriana Giogiosa, una mujer argentina de 55 años, a la que podría haber matado y descuartizado, a tenor de los restos de sangre encontrados en la picadora. Los agentes del instituto armado, por su parte, continúan buscando los restos de la inquilina en el vertedero de Pinto.

También se busca a la tía del detenido, dueña de esa casa. Según los investigadores, desapareció "de forma no voluntaria" tras poner en venta dicha vivienda, de la que era propietaria.