El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, anunció hoy que analizará en un cónclave de líderes civiles el tratado de paz con la guerrilla musulmana firmado hace un año, en un momento delicado por la muerte en enero de 44 policías en un enfrentamiento con rebeldes.

Según el diario local "Philippine Star", 7 líderes de varios sectores de la sociedad "conocidos por su sabiduría e integridad" se reunirán con el presidente para abordar el acuerdo que firmaron el Gobierno filipino y el grupo rebelde Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI).

Entre ellos se encuentran el arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle; el antiguo presidente del Tribunal Supremo, Hilario Davide, y el destacado empresario Jaime Augusto Zobel de Ayala, que tienen como objetivo debatir y redactar un informe sobre la Ley Básica del Bangsamoro, pieza fundamental para la implementación de la paz.

El anuncio de Aquino se produce cuando Filipinas atraviesa un difícil momento por la muerte de 60 personas, incluidos 44 policías, en una emboscada a manos de los insurgentes el pasado enero y que ha puesto en duda el proceso.

Numerosos políticos y activistas piden que se anule el acuerdo de paz y acusan a los rebeldes de haber masacrado deliberadamente a los 44 agentes, de los que casi la mitad fueron ejecutados con un tiro en la cabeza cuando ya habían resultado heridos.

Sin embargo, el FMLI niega estas acusaciones y apunta que los rebeldes sólo se estaban defendiendo de un ataque iniciado por la Policía.

"Me entristece ver como, sólo un año después, parece que se nos ha olvidado la esperanza que sentíamos", dijo Aquino en su discurso televisado.

"En lugar de eso, la hemos sustituido por desconfianza, sospechas injustificadas e ira", agregó el jefe de Estado.

Pero el mandatario recordó que el rechazo del proceso de paz no beneficiará al país y sólo traerá más violencia a la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas, donde se concentran varios grupos rebeldes.

"Si la complicada situación de Mindanao empeora, las heridas se harán más profundas y más gente estará molesta con su situación", explicó Aquino.

Hoy se cumple el primer aniversario de la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno de Filipinas y el FMLI después de décadas de lucha fratricida a cambio de la creación de una región autónoma musulmana en el sur del país.

Entre 100.000 y 150.000 personas, al menos un 20 por ciento de ellas civiles, han muerto en cuatro décadas de conflicto separatista islámico en Filipinas, que además ha paralizado el desarrollo de una región rica en recursos naturales y ha empobrecido a la población.