El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, rehusó ayer valorar la causa abierta por abusos sexuales a menores por la que fueron detenidos tres sacerdotes y un profesor de religión, y dijo que pide para que todos los hombres "sin excepción" vayan al cielo.

Martínez ha hecho estas declaraciones a preguntas de los periodistas al salir de una vigilia de oración y una eucaristía celebradas ayer tarde en la Catedral de Granada.

"No tengo nada que decir, ya lo comprendéis. Todo lo que tenía que decir está dicho. Pido para que todos lleguemos al cielo, todos los hombres, sin excepción", ha expuesto el prelado.

La eucaristía de ayer ha sido su primer acto público después de que el pasado domingo el arzobispo granadino se postrara ante el altar mayor de la Catedral para pedir perdón por los "escándalos" que han afectado a la Iglesia y asegurara durante su homilía que "el mal es mal" y hay que "erradicarlo" de forma decidida si afecta a inocentes.

Martínez ha explicado que todo está dicho después de que el Arzobispado reiterara, después de que quedaran en libertad con cargos los tres curas y el profesor de Religión detenidos el pasado lunes por las denuncias de pederastia, su confianza en la justicia y su rechazo a cualquier tipo de abuso sexual.