El abandono escolar temprano, uno de los principales indicadores del fracaso escolar, terminó el año 2016 en España en el 18,98% de la población escolar, la cifra más baja desde que hay registros, según el Ministerio de Educación. El dato, extraído de la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer, supone un descenso de 12,7 puntos respecto al 2008, cuando se alcanzó el máximo histórico en que uno de cada tres estudiantes españoles (el 31,7%) dejaba los estudios una vez terminada la educación secundaria obligatoria (ESO) o sin haberla siquiera completado.

En estos ocho años, la tasa ha ido descendiendo de forma paulatina de curso en curso. Esto significa, destaca el departamento que dirige Íñigo Méndez de Vigo, que en estos años de crisis el abandono escolar ha experimentado un descenso del 40%.Con respecto al 2015, la disminución es de algo más de un punto. Los expertos atribuyen la mejora a las malas condiciones del mercado laboral para los jóvenes y al alto porcentaje de desempleo juvenil que ha habido durante este tiempo, lo que ha estimulado la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo.

El abandono entre las mujeres es del 15,1%, mientras que entre en los hombres alcanza el 22,7%. Por comunidades, el País Vasco (7,9%) y Cantabria (8,6%) son las que tienen una menor tasa de abandono escolar temprano. En el lado opuesto están Baleares (26,8%) y Murcia (26,4%).