El concepto de Responsabilidad Social (RS) se estableció hace más de medio siglo en las empresas como reacción a las consecuencias negativas (ej. alteración del balance social y ambiental que ha propiciado pobreza, hambrunas, desigualdad de oportunidades, emigración, vulneración de los derechos humanos, cambio climático, etcétera) del desarrollo industrial catapultado por los avances científicos y tecnológicos. En el contexto empresarial se han desarrollado estándares escritos internacionales dese hace años que han fundamentado la implantación de sistemas de gestión de la RS en las empresas.

En el incipiente siglo XXI, la RS se ha ido extendiendo desde el ámbito empresarial a otras actividades humanas, como es el caso de la Ciencia y Tecnología (RS C&T) en general, y de la biotecnología, nanotecnología, energía nuclear, química, etcétera, en particular. Existen numerosas referencias bibliográficas sobre estas temáticas que favorecen la existencia de un marco que propicia su consolidación. La RS C&T puede definirse como la concienciación de las personas relacionadas con esta actividad (gestores, científicos, tecnólogos y otro personal) sobre el impacto de sus actividades en la calidad de vida de los ciudadanos y el medio ambiente. La RS C&T está directamente relacionada con la honestidad y comportamiento ético del personal involucrado en tareas de I+D+I. Estas actividades deben orientarse a superar los denominados "Grandes Retos de la Humanidad" en energía, salud, sanidad universalmente asequible, minimización del cambio climático, suministro universal de aguas y alimentos, envejecimiento de la sociedad, etcétera, en coherencia con las conclusiones de la Declaración de Lund en julio de 2009 Europe must foucus on the Grand Challenges of our time , de obligada lectura para los científicos y tecnólogos en activo.

En la descripción de los aspectos más relevantes de la RS C&T deben diferenciarse dos enfoques complementarios según sean internas o externas las denominadas "partes interesadas". Las connotaciones internas corresponden a la comunidad científica, Centros de I+D+I, Agencias de I+D+I y a los gobiernos regionales, nacionales y trasnacionales que financian estas actividades. Las connotaciones externas de la RS C&T corresponden a "partes interesadas" tales como los ciudadanos, empresas, ONGs, gobiernos etcétera, que no solo tienen un papel pasivo-receptivo de los "productos" de I+D+I sino también activo, al plantear con nitidez sus necesidades e inquietudes a los científicos y tecnólogos.

La evaluación de la apuesta por la RS y por la RS C&T basada en estándares internacionales se ha orientado a la realización de informes de RS, que son poco comprometidos y pueden caer en la tentación de hacer un informe anual con un enfoque simplemente diferente al tradicional. En la actualidad existe la tendencia cada vez más consolidada de aplicar modelos cuantitativos basados en un panel de indicadores que permiten asignar puntuaciones parciales y totales. La aparición en 2010 de la Guía de RS de la ISO (ISO 26.000:2010) puede ser un punto de inflexión para la evolución desde el puro informe cualitativo a un informe mixto cualitativo-cuantitativo, mucho más comprometedor.

Este tema será objeto de un curso interactivo de formación del profesorado de la UCO en enero de 2013 de 1 crédito ECTS impartido por el firmante de este artículo y el Dr. Rafael Lucena.

* Catedrático de la UCO