La Feria del Libro de Madrid que este año cumple 76 años, es la que más repercusión tiene en el debate «leer o no leer». Una revista cultural ha indagado sobre los motivos que impulsaron a la lectura a una serie de personas relacionadas con el mundo de la cultura. Coincido con los encuestados que lo que nos impulsaba a la lectura era librarnos del aburrimiento. Fernando Savater no se imagina que alguien pueda «no querer leer», cuando la lectura es una formidable manera de obtener placer. El filósofo José Antonio Marina devoraba en sus inicios de lector las novelas de El Coyote. Yo también recuerdo en mis inicios a don Cesar de Echague y Acevedo, con su doble personalidad. De noche Coyote, de día un caballero. Otro filósofo, Javier Gomá, alude al hábito de la lectura de los padres que normalmente contagia a los hijos. Pero el pintor Luis Gordillo, muy realista, dice que conoce a «jóvenes inteligentes, entre 18 y 30 años» que apenas han leído 4 o 5 libros en toda su vida, salvo los de estudio; y añade, «tampoco leen periódicos». Yo me inicié en la lectura leyendo los Deportes de un periódico de gran formato que compraba mi abuelo. También con el tebeo Flechas y Pelayos que me compraba mi abuela en un quiosco de las Tendillas. Ya entonces estaba inventado ese plan de Fomento de la Lectura que ahora se quiere implantar. En el Colegio Cervantes de los Maristas, segundo de Primaria, había una clase dedicada solo a leer. El periodista Manuel Hidalgo dice que los españoles por culpa de su «aborricamiento televisivo» no tienen sensibilidad para disfrutar de la lectura.

* Periodista