Existe un proyecto para agrandar el Hospital de Córdoba. También se quiere crear un párking con tarifas muy altas para estar relacionadas con las enfermedades. La Consejería de Salud iba a conceder esta construcción a una empresa privada y claro, como estas no tienen ese sentido, digamos desinteresado que sí tiene la obra pública, pues el precio del parking tiene que adquirir precios no populares. Normal, porque lo privado se sufraga a sí mismo para que le sea viable la obtención de cuantiosas ganancias destinadas a una clase empresarial que en teoría las aplicará a su vida cómoda pero también a la creación de nuevos proyectos de los que comerán muchas familias. Es cierto que en este modelo político nuestro, tan importante es su parte social pública como la de economía privada. Ambas combinadas, al fin y el cabo, fomentan y permiten el bienestar de nuestra sociedad; una, concediendo prestaciones básicas al pueblo y la otra dando trabajo a la gente (la otra cara es que esa colaboración ha demostrado ser la principal fuente de corrupción política).

Sin embargo, hay una gran pieza de esta infraestructura económica híbrida que debe tener siempre una completa naturaleza privada: la Sanidad. Existe una fórmula para que este proyecto no resulte caro a las miles de personas que precisan aparcar, porque lo que está claro es qué tarifa hay que poner para mantenerse: entre dos y tres euros, con límite temporal para permitir más visitas. Y por favor, que la mayoría no se esconda detrás del papel de necesitado propugnando que no tiene dinero para pagar párking porque eso solo me lo creo de los que van al hospital andando o en autobús. Quien tiene coche, tiene para gasolina. El que se camufla entre la necesidad para no arrimar el hombro a la generalidad es un mal ciudadano insolidario con un estado social que no quiere mantener pero sí quiere que lo proteja como al que más. A la Consejería de Salud le sobran recursos como los convenios entre ministerios para emprender la obra sin tener que acudir a lo privado. Así abaratará la parte más importante del precio del párking: las ganancias destinadas a la clase empresarial que no retornan a nuevos proyectos.

Y vuelvo a decir que solo la Sanidad debe ser genuinamente estatal. De otra forma vendría el caos, porque, aunque parezca lo contrario, es lo privado lo que mantiene a lo público; son los impuestos de los trabajadores del ámbito privado los que permiten la existencia de prestaciones públicas básicas a todo dios. Dicen que a veces los árboles no nos dejan ver el bosque. Ni algunos parkings, los coches.

* Abogado