Es difícil resistirse a ver a tu jefe en la terraza del Palacio del Elíseo sentado con su actual novia y no hacer unas fotos para venderlas a la prensa del corazón, que paga tan bien. Así que François Hollande, el presidente francés, que no gana para disgustos con las mujeres, ha visto aireado su romance con la actriz Julie Gayet. Hollande piensa que la faena se la hizo personal a su servicio, y ha cambiado de puesto a cinco empleados, que, precisamente, habían sido fichados por Sarkozy.