Montilla volvió a rendir culto a Don Carnal. El intenso frío que se llevaba dejando notar en la localidad desde hacía días no impidió que el bullicio y la alegría contagiaran de nuevo las calles de una ciudad abarrotada de vecinos deseosos de disfrutar de un pasacalles que, aunque estuvo menos concurrido que en años anteriores, brilló con luz propia gracias al ingenio y al descaro de la mayoría de sus participantes.

El colorido cortejo arrancó desde la avenida de la Constitución, encabezado por los ya tradicionales mascarones que lucieron tipos de lo más variopinto: desde los típicos payasos y arlequines hasta grupos muy familiares de extraterrestres o animales de peluche, sin olvidar el homenaje que las hermanas Rey -santo y seña del Carnaval montillano- rindieron a los Hermanos Marx, extraordinariamente acompañados por un grupo de metales de la Asociación Musical Montillana «Pascual Marquina».

Otros de los puntales de esta fiesta, los componentes de Los Yogurines, también quisieron rendir tributo a la artista argentina Gisel Rosso que, el pasado año, llenó de vida varios enclaves del casco urbano con sus originales y gigantescos murales, uno de los cuales -el de la calle Ballén- abandonó por unas horas su estático emplazamiento para darse un paseo por Montilla.

Tras un jeque árabe que caminaba escoltado por su harén, desfilaba un animoso grupo de legionarios que parecían escoltar a otros participantes como el Limpiabotas Trujillo o la peculiar churrera que fue repartiendo jeringos entre los espectadores.

Junto con algunos grupos de gatos y ovejas bastante numerosos, el pasacalles montillano tuvo como protagonistas las cinco carrozas que se habían inscrito en el concurso: la de Esto era vida que puso en la calle la Asociación de Amigos del Carnaval o la de Smash Bros Team, el popular juego de Nintendo que rememoraron los integrantes de South Players.

Por su parte, Los de Siempre disfrutaron con la carroza titulada Ea, ea, ea… Los de Siempre se cabrean, mientras que la asociación La Pampa exhibió el espectacular grupo Esto es lo que te puedes encontrar en Brodway. Por último, la Asociación Carnavalesca Prudencio Molina derrochó alegría, elegancia y colorido con su Fantasía de Carnaval.

Una semana antes, la chirigota ecijana ¡Ojú qué penita de patio!, junto a la comparsa cordobesa La Tartana y al cuarteto montillano StanDarte, se impusieron en el tradicional Concurso de Agrupaciones Carnavalescas «Prudencio Molina» que, este año, contó con la participación de ocho formaciones en las modalidades de Comparsas, Chirigotas y Cuartetos. Desde las 18.00 de la tarde, el Teatro Garnelo acogió un certamen en el que el buen humor y la originalidad de los tipos convivieron con la crítica social y el sarcasmo de muchas de las letras.

Como novedad este año, el Concurso de Agrupaciones Carnavalescas «Prudencio Molina» contaba con tres modalidades: Comparsas, Chirigotas y Cuartetos. Tal y como destacó la concejala de Comercio, Aurora Barbero, este año se había triplicado el número de agrupaciones que solicitaron participar en este concurso, lo que llevó al jurado a realizar una selección previa de entre todas ellas a través del currículo aportado por cada una de las formaciones.

El Ayuntamiento de Montilla había previsto un primer premio de 700 euros para las modalidades de Chirigotas, Comparsas y Cuartetos. El segundo premio estaba dotado de 400 euros y, el tercero, de 200 euros. A su vez, las bases recogían un accésit de 150 euros al denominado Minuto de Oro.

En la modalidad de Chirigotas, el primer premio recayó en ¡Ojú qué penita de patio! (Écija), seguida de ¡Como se te caiga, cobras! (Córdoba) y Cari, tenemos toda la eternidad (Écija). En la modalidad de Comparsas, los vencedores fueron La Tartana (Córdoba), seguidos de La Corte (Puente Genil) y Una comparsa de Diario (Aguilar de la Frontera. Por último, en la modalidad de Cuartetos, donde se concentraban los dos representantes montillanos, los vencedores fueron StanDarte, seguidos de Los Salaos.