La quinta edición de la Noche Blanca congregó a cerca de 10.000 personas entre los cuatro escenarios que el Ayuntamiento de Montilla instaló en la plaza de Dolores Ibárruri, el Llano de Palacio, la plaza de La Rosa y el castillo.

El alcalde, Rafael Llamas, junto a la concejala de Comercio y Festejos, María Dolores Casado, agradecieron la colaboración que prestaron para esta actividad los artistas y grupos montillanos que la llenaron de contenido, así como la «implicación y el buen trabajo desarrollado por las personas que han hecho posible esta edición: desde los coordinadores y presentadores de cada escenario, hasta los técnicos de sonido y el personal municipal que pusieron todo su empeño para que la Noche Blanca fuera un éxito».

A las diez de la noche, cuando el ambiente en la zona centro de Montilla era ya manifiesto gracias al Mercado de Artesanía que instaló en la Corredera la asociación Solano Salido -y que constituyó una de las novedades más aplaudidas de esta edición−, comenzaban a sonar los primeros acordes en el escenario de la plaza Dolores Ibárruri, dedicado a la música clásica y popular.

El escenario del castillo se convirtió en un auténtico tablao flamenco, mientras que la plaza de la Rosa volvió a acoger a cientos de aficionados al pop. Finalmente, el sonido más duro de la noche se concentró en el Llano de Palacio, gracias a los cuatro grupos que amenizaron la velada.

En definitiva, un abrumador cartel que hizo las delicias del público montillano y, también, del sector hostelero.