La Dirección Provincial de IULV-CA Córdoba, con su responsable de Organización a la cabeza, Sebastián Pérez Gallardo, ha mantenido un encuentro con la asamblea local de IULV-CA de Lucena, de la que forma parte Miguel Villa, como coordinador local y portavoz de la formación en el ayuntamiento lucentino, para apoyarlo en la decisión de éste de presentar dos demandas civiles, por los insultos, vejaciones y amenazas recibidos, "en ejercicio de una acción de tutela del derecho fundamental al honor".

Cabe recordar que Villa se hizo eco, en su perfil personal de una conocida red social, de una noticia aparecida en un medio de comunicación nacional relativa al Festival Kanamara Matsuri, tras lo cual comenzó a recibir insultos, descalificaciones, vejaciones y amenazas públicas por parte de determinadas personas, también vecinas de la localidad.

Villa señala que "jamás podía pensar que un comentario jocoso, sobre una noticia divertida, que no tenía ningún destinatario concreto, y que en todo caso estaba amparada por el derecho a la libertad de expresión y la libre opinión, fuera a tener una reacción tan aviesa, brutal y desmedida contra mi persona y mi honor". IU estima que "es manifiesto que las expresiones que se emplean en los insultos que ha recibido son clara, inequívoca y objetivamente injuriosos y vejatorios y que se han vertido con el claro propósito de injuriarle y zaherirle en su honor al portavoz de IULV-CA, denotando, además, cierta animadversión política, empleando términos del todo innecesarios para manifestar su desacuerdo y emitir sus opiniones libremente y entrar de lleno en el insulto y en la descalificación personal". Para IULV-CA Córdoba, "el derecho al honor es un derecho de la personalidad, inherente a la persona y vinculado a la dignidad y a su propia condición humana, como ampara nuestra Constitución en el art. 18, de la misma forma, que el derecho a la libertad de expresión y opinión se consagra como un derecho fundamental de la persona en el art. 20. Ambos deben ser respetados como un derecho vertebrador y necesario para alcanzar la plena democratización de un Estado de garantías, de libertades y de pluralismo ideológico y de creencias".

Pérez Gallardo recuerda que "Miguel Villa es y ha sido siempre un hombre honesto, que ha trabajado honestamente por el bien común de los vecinos y vecinas, y que nunca ha tenido ningún problema durante su gestión como cargo público".