La lucentina Eva Montero Roldán lleva varios años en China desde que se marchó a dicho país para aprender su idioma. Comenta que "yo quería estudiar chino y en el año 2012 estaba trabajando en Madrid en una empresa, aunque con 6 meses de antelación les comuniqué que me venía a China a estudiar. Ellos no lo creyeron del todo y cuando me marché no habían buscado a ninguna persona que me sustituyese, así que me pidieron que me llevase el ordenador de la empresa para que, por favor, trabajase con ellos a distancia mientras buscaban a una persona. Por ello, cuando llegué a Pekín en agosto de ese año trabajaba por las tardes noches con ellos y por la mañana iba a clase, estuve así unos 8-9 meses hasta que la situación se hizo insostenible para ambas partes ellos encontraron una persona y yo pude dedicar mi tiempo a estudiar, en junio de 2013 y después en diciembre del mismo aprobé los exámenes de nivel 3 y 4 de chino respectivamente".

Posteriormente estuvo trabajando en una empresa en Pekín unos 8 meses y pensó que podría compatibilizar el estudio con el trabajo, pero fue imposible porque trabajaba en inglés y castellano y hasta las 8 de la noche cada día. Por ello, estuvo esos 8 meses sin poder estudiar y decidió dejar el trabajo y cambiar su domicilio del centro este de Pekín a la zona universitaria en Wudaokou y finalmente, en septiembre de 2014 y junio de 2015 aprobó los exámenes nivel 5 y 6 de chino.

HSK Explica esta joven lucentina que el nivel 6 es el último nivel, requiere un conocimiento de más de 5.000 caracteres y los exámenes se denominan HSK (Hanyu shuiping kaoshi). Hay que tener en cuenta que en total para poder aprobar el examen del último nivel ha estado estudiando chino alrededor de dos años y tres meses con algunas interrupciones de viajes en España y en China.

En la fotografía, Eva Montero Roldán aparece en la Universidad de Pekín, rodeada de un un grupo de amigos.