La urda, a la raya, el palmetazo, las cuatro esquinas, la piola, el poliquín inglés, la gallinita ciega, la paría, el pañuelo o la rule son algunos del más del centenar de juegos que han recogido Rafael Ruiz y Rafael Carmona para hacer una amplia monografía sobre los juegos con los que se divertían nuestros padres y abuelos. En el amplio listado, dice Rafael Ruiz, hay juegos para todas las edades, desde deportivos, a otros de fuerza, de habilidad, algunos que son pasivos, pero también de dureza, de vocablos o de mímica. "Recogemos en un cuadro cada uno de los juegos, con el objetivo, la edad a la que están orientados, los espacios más idóneos para practicarlos o el número recomendado de participantes", afirma. "Pretendemos analizar los juegos y pasatiempos con los que contaban para su ocio y desarrollo corporal los chiquillos y chiquillas de Baena en la década de los años 40-50 del siglo pasado", explica Rafael Carmona. Todo era muy distinto entonces, como recuerdan ambos: "El status social de la población infantil se podía deducir por el juguete o los juguetes de los que se disponía, la escasez de recursos económicos de aquella época agudizaba el ingenio de los chiquillos, quienes eran capaces de improvisar sin ningún material multitud de juegos". Hoy, muchos de esos juegos son historia, aunque aún se puede ver a niños y niñas jugando a resconder, a echar el trompo o a saltar la comba.