A diez días del referéndum del 1 de octubre, la inquietud y el nerviosismo empiezan a cundir en Bruselas. Oficialmente la postura de las instituciones europeas sigue sin cambiar: cierre de filas con Mariano Rajoy y defensa absoluta de la Constitución española y del ordenamiento jurídico interno. Pero las tensiones y los enfrentamientos de los últimos días no han pasado desapercibidos y empiezan a hacer mella en el debate público europeo.

“Hay un pulso y quedan 10 días para intentar arreglarlo”, resume un alto funcionario europeo. La pelota, no obstante, sigue entre Barcelona y Madrid y la Comisión Europea, que lidera Jean-Claude Juncker, se resiste a ejercer el papel de mediación que algunos le reclaman. “Sobre Catalunya solo puedo decir que estoy personalmente preocupado por la situación pero no añadiría una coma a lo que ha dicho la Comisión, que esto tiene que resolverse en España y todo lo que pudiera decir aquí no ayudaría a la situación, pero lo seguimos con preocupación”, ha avisado este viernes el jefe de gabinete del político luxemburgués, Martin Selmyr.

Bruselas es partidaria de mantener un perfil bajo, porque “una frase nuestra puede liar todavía más algo que ya está liado”, apuntan fuentes del entorno de Juncker. Y la misma postura mantienen el resto de socios europeos, reacios a meterse en la cocina política de una vecino pero la situación les inquieta . “Estamos siguiendo todo el proceso con gran, gran preocupación sí”, admitía esta semana en privado un alto cargo de uno de los estados miembros, cuestionado sobre si existe o no incomodidad por cómo está gestionando España la mayor crisis política interna de los últimos años. “Pero no estamos preparados para entrar en ninguna especulación sobre posibles reaciones todavía”, añadía.

Reunión de líderes europeos

Este lunes hay reunión de ministros de asuntos europeos para abordar las negociaciones del 'brexit' y el proximo viernes, dos días antes de la fecha de la consulta, cumbre extraordinaria de jefes de estado y de gobierno de la UE en Tallín (Estonia). La presidencia estonia de la UE ha optado por evitar esta patata caliente y el asunto no está en las agendas. “Lo consideramos como una cuestión doméstica para el Gobierno español. Por supuesto que nos preocupa a todos, pero en este punto decimos normalmente que confiamos en la democracia”, subrayan.

La crisis del euro, el auge del populismo o el varapalo del 'brexit' son algunos de los nubarrones que han puesto en jaque a Europa recientemente y los dirigentes europeos no quieren sumar nuevos frente porque crisis significa problemas e inestabilidad. “Puede haber consecuencias de una forma u otra. Tendremos que estar atentos a las consecuencias, sean cuáles sean”, ha admitido Selmyr.

Sobre este asunto también se han pronunciado el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, tajante y contundente y los distintos grupos políticos que se han lanzado a exponer sus visiones y versiones. Desde el PP, que ha alertado de la utilización ilegal de datos para elaborar el censo, hasta ErC o PDCat denunciando el asedio que vive Catalunya o el PSE pidiendo la suspensión del referéndum como paso previo a la vuelta del diálogo. De momento, a tenor de las portadas de los principios medios europeos y las preguntas de los periodistas en Bruselas, la batalla del relato se decanta por Cataluña.

Medio centenar de europdiputados piden a Rajoy que dé marcha atrás

Casi medio centenar de diputados del Parlamento Europeo, entre ellos Jordi Solé, Josep Maria Terricabras, Ramón Tremosa o Ernest Urtasun, han remitido este viernes una carta al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en la que alertan del “punto crítico” en el que se encuentra la situación en Catalunya y le piden que dé marcha atrás en las acciones policiales de los últimos días y se comprometa en un diálogo político con las autoridades catalanas.

“Las acciones represivas y las amenazas de las autoridades españolas, principalmente de la policía española, contra funcionarios, alcaldes, medios, empresas y ciudadanos no solo son una violación de los derechos fundamentales básicos sino un enfoque erróneo a la hora de gestionar la cuestión política”, alertan.

“Pedimos al Gobierno español que pare las acciones de represión inmediatamente y que establezca inmediatamente un diálogo político”. Entre los firmantes hay eurodiputados de 18 países y prácticamente todos los grupos, salvo PPE y PSE.