Coincidiendo con el final del curso académico 2005-2006 de la Universidad de Córdoba, se ha producido la jubilación del profesor Amador Jover Moyano como catedrático de nuestra institución universitaria. Si bien esperamos que se pueda seguir contando con su trabajo como profesor emérito, parece obligado que tal efeméride, de quien ha jugado un papel trascendental en la Universidad de Córdoba, y por ende en Córdoba, no pase desapercibido a la sociedad cordobesa. Amador Jover, cordobés y universitario, ha dedicado la mayor parte de su fructífera vida, con profundo compromiso, a la academia universitaria.

Amador es profesor, catedrático y fue decano, vicerrector y rector de una universidad en la que ha dejado y seguirá dejando, gran parte de su mejor "ser y hacer". Con su labor logró transportar la misma, desde los tiempos más difíciles y escasos recursos hasta la actual y moderna Universidad de Córdoba, que cuenta hoy con un importante patrimonio humano y de infraestructuras, como lo representa su campus universitario de Rabanales, el que ya desearían muchas de las universidades españolas y europeas, para abordar con garantías los retos de este siglo XXI.

Amador ha sido un catedrático de Veterinaria a caballo entre el pasado, el hoy y su clara visión del futuro, con el que siempre ha competido. Comenzó a desarrollar su labor en una universidad sin recursos, saliendo de España en los años 60, como becario Alexander von Humboldt para formarse en la escuela alemana de Patología Veterinaria de Hannover y generar, ya desde entonces, lo que hoy intenta toda la Universidad española, su integración en un espacio común europeo.

Fue un adelantado del programa Erasmus en una alianza con la Escuela alemana de Patología Veterinaria, que tanto ha influido en generaciones posteriores de anatomopatólogos españoles. Aquel joven profesor, a su regreso de Alemania, ya asumía responsabilidades de gestión, convertía una habitación en un departamento de Histología y Anatomía Patológica en la antigua Facultad de Medina Azahara, haciendo de la escasez una virtud, facilitando la formación y los medios materiales a las personas que progresivamente y sin pausa, se fueron incorporando al departamento. Este equipo, con responsabilidad, trabajo y respeto, constituye hoy un grupo de profesores e investigadores de gran nivel en el concierto nacional y europeo de la Histología y la Patología Animal (Anatomía Patológica Veterinaria en España). El numeroso grupo de profesores (entre ellos 11 catedráticos de la especialidad, formados en las correspondientes universidades, realizan sus actividades académicas en la Universidad de Extremadura, Canarias y Córdoba), e investigadores que han recibido la impronta del profesor Jover, ha hecho posible la creación del Centro andaluz de Sanidad Animal, uno de los tres institutos universitarios andaluces que existen en la UCO, centro que hasta su jubilación ha dirigido y que se creó gracias a su iniciativa y esfuerzo.

Jover fue, contra viento y marea, el creador del campus de Rabanales. Gracias también a su voluntad fue el traslado de la Facultad de Veterinaria a Rabanales, que se realizó con la máxima generosidad por parte de nuestro centro veterinario, supuso la creación del jardín Juan Carlos I. Al mismo tiempo, ello hace posible que el Rectorado de la Universidad se ubique en unas instalaciones que por sus características arquitectónicas y por su amplitud era tan necesarias.

Esto no supuso el descuido de los otros centros universitarios que no se ubican en Rabanales, por cuanto el traslado a él de facultades o escuelas dejaban libres instalaciones también de gran calidad que ha sido o serían ocupadas por otros centros. Se puede poner como ejemplo el traslado de la Facultad de Ciencias de la Educación de su anterior ubicación a la actual en el edificio que fue de la Facultad de Ciencias. O bien la ampliación de la Facultad de Filosofía y Letras y también, muy especialmente, la construcción del edificio de la entonces Escuela de Relaciones Laborales.

Hay un aspecto del profesor Jover, ajeno a su actividad universitaria, que pone de manifiesto su sentido de la dignidad personal. Me refiero a cuando presentándose en la lista de un partido político como candidato al Ayuntamiento cordobés, en las elecciones de 1999, supo resistir las fuertes presiones de grupos políticos, y entidades financieras para que al cambiar su actitud se produjese la entrada en el gobierno de la ciudad de otras candidaturas de la que estaba previsto. Acceder a ello fue muy tentador y le hubiese supuesto destacadas ventajas económicas y sociales.

Amador Jover sigue estando presente en la vida social y cultural cordobesa al presidir la asociación Tercer Milenium que, con el apoyo del Monte de Sevilla y Huelva, desarrolla sus actividades bajo el nombre de Córdoba 2000. Estas referencias no suponen que el profesor Jover se desentendiera en algún momento de la gestión universitaria. Al contrario, se podría decir, con el mayor de los respetos a los demás, que en mi paso por varias universidades, no he conocido universitario que haya dedicado más tiempo al gobierno de la Universidad, como director de Instituto de Ciencias de la Educación, como vicedecano y decano de la Facultad de Veterinaria, y como vicerrector y rector durante ocho años de la institución universitaria.

Jover con criterio, capacidad creadora y ejecutiva, que con sus grandes éxitos y sus equivocaciones, es para todos los que le hemos conocido, compartiendo o no sus ideas, un personaje que forma parte de la historia de la Anatomía Patológica y de la Veterinaria, pero especialmente, de la Córdoba moderna, de su Facultad de Veterinaria y de la universidad de sus sueños. Estamos convencidos de que este nuevo punto y seguido servirá para abrir otra etapa rica en su vida, en la que seguiremos disfrutando de Amador durante muchos años.