Se esperaban como agua de mayo los refuerzos para apuntalar un plantel que, visto lo visto y obviando el determinante factor suerte, casi ha dado lo suficiente para aguantar en lo más alto de la tabla, en los puestos de ascenso, que es el objetivo con la promesa de renovación de carnés gratis. Pero estos refuerzos, a falta de ver lo que Eddy, no son precisamente lo que se esperaba.

Porque el Córdoba comenzó con una plantilla manifiestamente desequilibrada, con un déficit de jugadores en algunas posiciones y un excedente en otras, bien porque no han dado el nivel exigible por Oltra o, simplemente, porque prefiere a los titulares. El caso es que el Córdoba se queda con dos porteros, solo cinco defensa, hasta once centrocampistas y tres delanteros, de los cuales Florin Andone se pierde los últimos encuentros de la fase regular y un hipotético play-off de ascenso a Primera.

La portería no se ha tocado. Razak es indiscutible para el técnico, aunque es internacional por Ghana y ya se ha perdido hasta tres encuentro. Falcón lo ha sabido suplir.

El problema está en la defensa, la más corta de la categoría. Se mantienen los cinco jugadores para cuatro puestos y una de las fichas, Dalmau, casi no cuenta. Polivalencia y filial. Así es como Oltra ha lidiado con las permanentes bajas en la primera línea, donde Stankevicius, teóricamente central, hace las veces de lateral diestro. En el centro de la zaga, Gálvez ha tenido algo de protagonismo. En el lado opuesto, Abel Moreno ha cumplido en el lateral izquierdo las veces que ha sido requerido.

LÍNEA DE CUATRO

No obstante, lo que termina de desequilibrar la plantilla es el mediocampo. Hasta once jugadores para una línea de cuatro claramente definida con dos por dentro y dos bandas, en la que una se ha mostrado indiscutible Fidel, aunque con algo de irregularidad y por la derecha, Nando. Así, Pineda y López Silva son casi testimoniales, Pedro Ríos y Markovic han salido del once, Caballero no ha terminado de entrar y Gálvez ha jugado casi siempre de central. Habrá que ver dónde ubica Oltra a Eddy, que se define como un centrocampista con llegada, es decir, un puesto que en el que viene jugando Víctor Pérez, que ya sentía la competitividad del serbio para ganarle el puesto.

Lo que está claro es que habrá hasta tres descartes por jornada, si no entra nadie del filial y no hay ninguna baja.