Haikus del olivar (Ediciones Carena), libro del profesor cordobés Manuel Molina González (1966), publicado en edición trilingüe español/inglés/japonés, trata de "atrapar toda la vida que contiene el olivar, y que suele pasar desapercibida", según ha dicho el autor. "La recolección del olivar supone un esfuerzo muy duro y fijamos nuestra atención en el hombre, pero si se le observa con tranquilidad es fácil comprobar que el olivar no descansa nunca y que tiene vida las veinticuatro horas del día, con los animales y las horas que pasan", ha señalado el autor de esta colección de casi un centenar de haikus sobre ese único tema.

González Molina vive rodeado de olivos, en Cazorla (Jaén), donde ejerce como profesor, y se crió en la aldea de El Castellar, de Priego de Córdoba, donde en su juventud y junto a su familia, como es costumbre en la región, trabajó los olivos. Tal vez por eso considere que la mejor crítica recibida fuese la de un hombre del campo que, aunque ajeno a la poesía, cuando leyó sus haikus, sentenció: "El que ha escrito esto sabe del olivar". La otra crítica que ha superado el libro, al menos en la traducción japonesa, ha sido la del visto bueno que ha dado a cada haiku la madre de la traductora Kumiko Yoshihara, afirma el autor.