Dos compañías teatrales (Vértebro Teatro y Círculo Teatro) y la revista Boronía son los primeros ejemplos cordobeses en la búsqueda de nuevas formas de financiación para poder hacer realidad sus proyectos ante los críticos momentos económicos que vive la cultura. Para ello, los tres han elegido el crowdfunding , un término inglés que cada vez resulta más familiar y que viene a significar financiación en masa o micromecenazgo. Consiste en la cooperación colectiva llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, utilizando internet para financiar esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones. El crowdfunding tiene como precedentes las donaciones. Pero este término se está renovando gracias a la atención que ha recibido por parte de comerciantes y empresarios ahora que las redes sociales, las comunidades online y las tecnologías de micropagos hacen que sea mucho más sencillo y seguro obtener a un precio muy bajo las donaciones de un grupo de personas interesadas.

Los pioneros en Córdoba han sido los miembros de la compañía Vértebro Teatro, que gracias a este sistema han conseguido llevar a las tablas su último montaje, Oro. Petróleo. Escarcha , un espectáculo que se estrenó hace apenas dos semanas en el Teatro Góngora. Según señala uno de sus componentes, Nazario Díaz, gracias a este sistema se consiguió financiar un tercio de la producción. "Hay varias plataformas, pero nos decidimos por Verkami porque nos gustó su política", señala Díaz, que asegura que conocían este método "de oídas" y, ante la situación, "decidimos probar" y "tuvimos suerte porque conseguimos alcanzar, e incluso superar, el tope que nos habíamos puesto, 2.400 euros". En efecto, entre las reglas del juego figura fijar una cantidad a la que llegar con estas pequeñas aportaciones --que oscilan entre 10 y 200 euros-- y, en el caso de que no se consiga, el dinero se devuelve a los micromecenas. "Es una manera de garantizar que esa cantidad irá a parar al proyecto que presentas", comenta Díaz, que señala que también es necesario presentar la propuesta en soporte fotográfico o de vídeo, además de una fecha, en este caso, para el estreno de la obra. Una vez puesta en marcha la iniciativa, el proyecto solo cuenta con 40 días para recibir esa financiación.

"Pensamos seguir utilizando este sistema para futuros proyectos", continúa Díaz, que resalta que "hay que fomentar entre los ciudadanos este método porque gracias a él se convierten en proyectos compartidos por los espectadores y eso es algo muy positivo".

Otro ejemplo de crowdfunding en Córdoba es el de la revista Boronía , que también ha optado por este sistema para financiar el sexto número de la publicación en papel ante la escasez de subvenciones y publicidad. A través de su página web (Boronia.es), la revista ha iniciado una campaña con la intención de poder lanzar un nuevo ejemplar. "La revista está prácticamente hecha y lo que se intenta es financiar su edición en papel", comentaba su director, Gabriel Núñez, a este periódico hace unos días. "A la crisis general se suma la crisis concreta del periodismo y las dificultades para sacar adelante las ediciones en papel", señaló Núñez. Por otro lado, los pequeños mecenas también ven su recompensa, en algunos casos en forma de entrada para los espectáculos a los que ayuden a financiar o, como en el caso de Boronía , con el regalo de un ejemplar de la revista, y todos ellos aparecerán en una lista bajo la palabra "mecenas".