Cosmopoética 2017 no deja de dar sorpresas y ayer marcó un auténtico gol, tan futbolero como poético. Los delanteros goleadores fueron los narradores y comunicadores Juan Manuel Villoro y Manuel Jabois, reconocidos forofos de este deporte, que antes de participar por la tarde en el ciclo Conversaciones en la frontera (en el Palacio de Orive), mantuvieron un encuentro con la prensa por la mañana en el mismo estadio del Arcángel. En el coliseo cordobesista, Juan Villoro afirmó ayer que «el fútbol transforma la idea que tenemos del enemigo. Mi padre, que era filósofo, me llevaba al campo y cuando el rival salí lo abucheaban. El decía que a los rivales hay que aplaudirlos, son nuestros invitados, vamos a jugar con ellos, pero, si no estuvieran aquí no podría haber partido, ¿qué es de un equipo si no tiene oponente?», se preguntó el narrador.

Con un espíritu similar se mostró Manuel Jabois, que consideró que «el fútbol rompe fronteras fortaleciéndolas a través de un camino mucho más excitante e interesante que el del nacionalismo, que es el deporte, que es el fútbol. Representa en cierto modo un nacionalismo blando, deportivo, aconsejable que canaliza todas las pasiones», en lugar de «hacerlo en términos más peligrosos, como el de la política».

Conversaciones en la frontera no fue el único ciclo que ayer ocupó la tercera jornada de Cosmopoética 2017, ya que comenzó a andar con tres actos distintos Cosmopeque, en la Biblioteca Central, y continuó las Rutas de Librerías, con Fran Pintadera (poesía infantil) en la Librería Títere y Alba Moon y Sonia Soto Molina, en la República de las Letras. Capítulo aparte, La Voz de los Poetas reunió a media tarde en la Sala Orive a Luis Arturo Guichard y Juan Carlos Reche y, poco después, a Alberto Conejero y Jehú Coronado. También hay que citar la inauguración de la exposición El espejo de las letras, en el Colegio de Arquitectos; el recital dirigido por Jesús Leirós Óyeme con los ojos, dentro de Poesía en Red y realizado en el centro de adultos de parque Cruz Conde; el recital Arde Trinidad, en el Bar Limbo dentro del ciclo Cantinas, mientras que con Sol Sostenido se pudo escuchar en Orive los versos en catalán de Josep María Rodríguez y la música más gitana de Lin Cortés.