Estreno absoluto en el Gran Teatro de Córdoba de la puesta en escena de Perfiles Ocultos, obra con guion e idea original de Nuria García basada en vivencias personales suyas y bajo la dirección de Mariano de Paco Serrano.

Ciertamente no se trata de una obra teatral al uso, con un texto, y aún un subtexto, fácilmente reconocibles. En Perfiles Ocultos se combinan la épica enfrentada al drama del personaje, en este caso de cada uno de los distintos personajes, mediante una estructura en la que se armoniza el texto teatral con la danza y el audiovisual como ingredientes emergentes y eficaces de la escena más actual.

Un único espacio y tiempo para envolver a los distintos personajes dramáticos que aparecen sobre el escenario es la casa donde se celebra el cumpleaños de Laura. No se conocen de nada y cada uno muestra su «yo» interior; desde la anfitriona que destaca su potencial creativo, hasta la percepción de la realidad del Reverendo, pasando por una representante de artistas, un youtuber, la hermana de carácter frágil, la mujer policía, el argentino psicólogo y el coleccionista de relaciones afectivas.

Un grito perturba la celebración: Laura ha sido encontrada muerta. A partir de aquí comienza un proceso de comunicación complejo al haber más emisores que receptores. Todo este proceso de conversión de texto literario en texto espectacular pasa por admitir exigencias paraverbales, tanto quinésicas (gesto y mímica) como proxémicas (distancias y movimientos).

De aquí la importancia de los códigos y su combinación. El espesor de los signos, sensaciones con las que se construye todo en la escena a partir de un argumento escrito que confluye en este espectáculo ciertamente novedoso. El texto, una música muy bien lograda, danzas de gran plasticidad, números corales muy bien logrados armónicamente, se muestran al espectador envueltos en una atmósfera cinematográfica en la que distintas cámaras proyectan sobre una gran pantalla diversos ángulos de los gestos y movimientos de los personajes. También es cierto que ello implica que la atención del perceptor de la comunicación tenga que diluirse entre lo que ocurre ante sus ojos y lo que se le muestra desde otro ángulo más elevado.

El más mínimo e íntimo rincón de cada personaje, perfectamente trabajados por la profesionalidad de actores y actrices, vive y se desarrolla a distintos niveles a los ojos de todo el mundo. Perfiles ocultos ¿Quiere mostrar que, hagamos lo que hagamos, nuestra tecnificada y sofisticada sociedad puede controlar nuestras vidas y aún nuestros pensamientos?