La mirada de la periodista Anna Politkovskaya vuelve a la vida gracias al dibujo, y al instinto periodístico del ilustrador italiano Igort en su novela Cuadernos ruso , una obra dura que aborda los posibles motivos por los que esta periodista rusa que luchaba contra el Kremlin fue asesinada.

Pero, aunque en este libro parezca que el italiano se haya puesto el traje de periodista, Igort, de nombre real Igor, confiesa a Efe que se considera un "contador de historias", un autor de novelas gráficas al que no le interesa tanto "la noticia", sino "el ser humano".

Y con esta declaración de principios, Igor, o Igort, nacido en Cagliari en el 1958, se convierte en los ojos de la periodista rusa nacionalizada estadounidense, Anna Politkovskaya, quien el 7 de octubre de 2006 fue asesinada en el ascensor de su edificio en Moscú.

Tras vivir en diferentes zonas de Rusia durante unos dos años, llevado por el amor que su familia le inculcó por la cultura y el arte de origen ruso, este "hombre afortunado", como se denomina a sí mismo, se lanzó a contar este asesinato como a él le gusta hacerlo, "a través de los ojos de las personas pequeñas, de los ciudadanos".

En Cuadernos rusos la dureza de algunas de las viñetas es capaz de sobrecoger al lector, pese a que la sensibilidad del ilustrador fagocita y hace desaparecer lo que él califica como "pornografía de la violencia", ésa que "envenena". "La viñeta permite hacer abstracciones y no describir de manera morbosa. Ha sido un trabajo muy difícil, pero un trabajo que creo que es necesario", subraya.