Imor es una empresa familiar que ha sabido conjugar innovación y tradición. Manuel Obrero Ruiz, padre del actual gerente (José Manuel Obrero), transformó en 1960 la pequeña herrería de su padre en Hornachuelos en una fábrica de jaulas industriales para gallinas ponedoras. Pero el sector sufrió una fuerte crisis en los años 70 y para subsistir la empresa transformó su línea de negocio, empezando a fabricar jaulas y otros artículos para animales de compañía, consolidándose en este sector. Durante la década de los 80 la empresa amplía de forma progresiva su ámbito comercial, pasando de vender sus productos a nivel provincial a establecer una red de comerciales por todo el país. Ya, a finales de los 90, Imor comenzó a fabricar barbacoas en paralelo a los artículos para mascotas, que son las dos líneas de producción de esta pyme familiar industrial de manufactura de artículos de alambre y chapa. Actualmente, esta empresa, que cuenta con 28 trabajadores, comercializa sus productos para animales de compañía y sus barbacoas en grandes y pequeñas firmas como El Corte Inglés, Leroy Merlín, Carrefour, Bricor, Jardiland, Tiendas Aki o Cadena 88.

Desde hace 12 años, Imor se trasladó desde las instalaciones que originalmente tenía en Hornachuelos a unas nuevas, más amplias y modernas, en el polígono El Garrotal de Palma del Río. Fábrica que ya se ha quedado pequeña, "de forma que a corto o medio plazo necesitaremos llevar a cabo una ampliación de nuestra nave principal de producción. Para ello, contamos con un solar anexo donde queremos disponer de 1.000 metros cuadrados más", señala el gerente de Imor, José Manuel Obrero. "Actualmente, la producción y comercialización de barbacoas ya está generando más del 50% de la facturación de la empresa", indica Obrero. "Nuestros modelos de barbacoas están adaptados a la normativa europea. Para distinguirnos de la competencia, en nuestros inicios con las barbacoas hicimos un estudio para determinar si existía transmisión de metales pesados de las parrillas de las barbacoas que había en el mercado a los alimentos durante el cocinado de los mismos, análisis que reflejó que sí se producía ese trasvase. A partir de ahí, desarrollamos parrillas de barbacoas para una cocina sana y segura con materiales que eviten que se produzca esa transmisión a la comida", expone José Manuel Obrero.

Algo más del 20% de la cifra de negocio de Imor procede de las ventas de fuera de España. Esta empresa lleva años introducida en el mercado francés, estando presente en cadenas de distribución para el jardín y animales de compañía. También mantiene relaciones comerciales permanentes con Portugal, Dinamarca y Finlandia, aunque en menor volumen que Francia, y ocasionalmente distribuye sus artículos en Arabia Saudí y Marruecos. Además, esta firma está intentando cerrar acuerdos comerciales para vender sus productos en Brasil.

Para Imor la calidad es muy importante, por lo que cuenta con la certificación ISO 9001. "La innovación también forma parte de la cultura de nuestra empresa, no sólo en el desarrollo de los productos a partir de una idea, sino en las continuas revisiones de artículos ya desarrollados para hacerlos más competitivos y eficientes. Precisamente, para modernizar nuestra línea de producción, hemos recibido sendas ayudas del Leader Plus (fondos europeos) y de la agencia IDEA de la Junta", resalta este empresario. José Manuel Obrero destaca que "buscamos siempre la diferenciación de nuestros productos respecto a la competencia. Utilizamos las materias primas más adecuadas, minimizando el impacto medioambiental en el producto y en los procesos necesarios para su fabricación. En el caso de artículos para animales de compañía usamos pinturas libres de plomo y no tóxicas para mascotas y cuidadores. Y, en el ámbito de las barbacoas, realizamos pruebas de seguridad e idoneidad para cocina saludable antes de poner el producto en el mercado".