El Sindicato de Enfermería (Satse) de Andalucía ha alertado que más de 200 profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), 33 de ellos en Córdoba (además de 148 verbales), fueron víctimas de alguna agresión física en el ejercicio de sus funciones durante el año 2016. Aunque sigue siendo "un número elevado", Satse, coincidiendo con el Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, ha valorado que en los últimos años "se haya frenado el crecimiento" de este tipo de actos violentos contra profesionales de la sanidad andaluza, hecho que vincula al incremento de las medidas preventivas y el endurecimiento de las penas judiciales.

En concreto, según un comunicado, los datos del registro de agresiones del SAS indican que en el año 2016 se registraron un total de 206 agresiones físicas a trabajadores de la sanidad andaluza, dos más que en 2015. Por provincias, según los datos recopilados por Satse, fue Málaga la más afectada con 48 casos, seguida de Córdoba (33), Sevilla (30), Cádiz (28), Almería (22), Granada (16), Jaén (15) y Huelva (14).

Respecto a las agresiones verbales, tales como amenazas, injurias o coacciones, el Sindicato de Enfermería expone que se registraron en 2016 un total de 794, frente a las 731 contabilizadas el año anterior en toda Andalucía, cifras que la organización sindical vincula con la mayor sensibilización de los profesionales sobre la importancia de denunciar conductas de esta índole.

Sobre las principales pretensiones que motivan las agresiones, Satse detalla que un 30,37% son consecuencia del desacuerdo con el trato o conducta del profesional y un 22% no tuvieron una causa aparente. Muy alejados están otros motivos como demandar una prestación (9,59%), disconformidad con el tiempo de atención en el centro (7,99%) o demandar un tratamiento distinto al prescrito (7,29%), por citar las causas más repetidas.

A la luz de los datos, el Sindicato de Enfermería valora que la puesta en marcha de medidas preventivas, campañas de sensibilización y el endurecimiento de las penas judiciales hayan servido para frenar en parte el crecimiento de los actos violentos contra profesionales de la sanidad en el ejercicio de su labor, motivo por el que aboga por continuar trabajando en esta línea hasta acabar con esta lacra.

En este sentido, Satse subraya que, aunque los funcionarios sanitarios sean ya considerados autoridad pública en el ejercicio de sus funciones y, por ello, haya consecuencias judiciales en el caso de las agresiones físicas o si se intimida de manera grave o violenta, aún no se contemplan otras conductas, también lesivas y muy habituales en el ámbito sanitario, como las injurias, las amenazas o las coacciones.

Por ello, aboga por una ley que garantice la adecuada protección y asistencia jurídica de los sanitarios, así como la cobertura de su responsabilidad civil en relación con los hechos que se derivan de su ejercicio profesional, tanto dentro como fuera del centro sanitario. También defiende que se regule la adopción de medidas cautelares o provisionales en el centro sanitario como consecuencia de una conducta de este tipo contra un profesional.

PREVENCIÓN

De otro lado, el sindicato apunta que hay que incidir en las medidas preventivas, como aumentar la formación de los profesionales para afrontar situaciones conflictivas y continuar, junto a los equipos de prevención, con el diseño de protocolos de actuación ante agresiones o el desarrollo de actuaciones disuasorias, como la instalación de timbres en las plantas.

En la misma línea, Satse sostiene que hay que sensibilizar a la población para que tenga claro que el profesional es su aliado, no su enemigo, y también a la administración, para que nunca olvide que el profesional es su imagen ante los ciudadanos, por lo que tiene que cuidarle y transmitirle apoyo y seguridad.

En este sentido, desde la organización sindical se apuesta por la difusión de campañas informativas y de sensibilización destinadas a los ciudadanos y también a los profesionales, en la línea de la que Satse lleva manteniendo desde 2005 con estos objetivos, bajo el lema 'La agresión no es la solución'.

Por último, el Sindicato de Enfermería recuerda a los profesionales sanitarios la importancia de denunciar cualquier tipo de agresión que puedan sufrir, ya que es el mejor instrumento para disuadir a los posibles agresores. Y, una vez denunciado, es imprescindible seguir los pasos que vienen recogidos en el Plan de Prevención y Atención de Agresiones para los Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía.