La empresa municipal Sadeco garantiza que la nueva central de recogida neumática de basura que se construirá en la zona de Turruñuelos tendrá un «impacto mínimo» sobre su entorno, según aseguró el gerente de la misma, Javier Quijada, que ayer asistió al consejo rector de Urbanismo para aclarar las dudas surgidas en torno al proyecto que el Ayuntamiento va a retomar. Quijada dejó claro que el sistema de recogida neumática, del que se beneficiarán los barrios nuevos, no causa «olores ni ruidos». Además, el edificio de la central, que será semisoterrado, lleva la parte de biofiltros ubicada hacia el canal del Guadalmellato y no hacia los bloques, para que tenga el mínimo impacto posible. A esto se une que solo habrá dos camiones diarios para retirar los residuos, es decir, «diez veces menos que ahora».

Entre las ventajas del sistema implantado en Córdoba, Quijada destacó que los buzones se encuentran dentro de los bloques de los edificios y no en la calle, que es el problema que se produce en otras ciudades. Las previsiones de Sadeco son tener la central, que está en la fase del concurso para la redacción del proyecto, lista a mitad del 2019. Aunque la adjudicataria de la red, Ros Roca, ha realizado un estudio para evaluar su estado tras los años que lleva paralizada la instalación, Sadeco ha encargado otro para conocer los daños y determinar su coste.

El PP volvió a plantear dudas sobre el coste de la revisión de las redes y sobre «quién pagará» el arreglo, según indicó Salvador Fuentes. Por su parte. el portavoz de Ganemos, Rafael Blázquez, ha pedido un informe sobre el coste energético que, a nivel global, es «superior» al del sistema tradicional, hecho que no le hace gracia. No obstante, admite que «la decisión está tomada desde el 2005». Blázquez espera que no surjan problemas en la red instalada cuando se revise.

Por otro lado, en el consejo, el portavoz de Ciudadanos, David Dorado, pidió explicaciones sobre la licencia del Burger King de El Brillante y censuró la demora en concederla.