Esta semana ha sido clave para la sociedad Rabanales 21, que ha conseguido dar algunos pasos imprescindibles para garantizar su futuro pero no todos los necesarios, por lo que la incertidumbre se mantiene. La parte positiva es que la junta general de accionistas ha aprobado el plan de viabilidad que contempla una larga lista de medidas económicas, comerciales y urbanísticas para sanear su situación financiera en dos años, entre ellas, una ampliación de capital por 3,9 millones de euros (de los que 900.000 corresponden al préstamo participativo que capitaliza la UCO). La parte negativa es que no ha ocurrido lo que Rabanales 21 esperaba, que se repitiera la misma historia que en el 2014, cuando sus socios acordaron por unanimidad salir del preconcurso de acreedores. No obstante, tampoco ha pasado lo peor, que el consejo tomara la decisión de entrar en el concurso, por lo que Rabanales 21 aún alberga la esperanza de poder poner en práctica su plan de futuro.

Un borrador elaborado y en el aire hasta el final

Para entender la complejidad de lo que está ocurriendo en Rabanales 21 no hay que perder de vista que el parque tecnológico tiene la peculiaridad de que es mitad privado y mitad público. En Rabanales 21 participan la UCO (con el 24,74% de las acciones), Junta (20%), Ayuntamiento (4,38%), Diputación (0,88%), Caixabank (35,49%), BBK Cajasur (10%) y Prasa (4,51%). El 9 de febrero el consejo de administración anunció que se acogía al preconcurso de acreedores como fórmula para intentar salvar al parque. El apoyo de los socios fue unánime desde el principio y todos estaban dispuestos a poner su granito de arena. En este tiempo, ha sido fundamental el papel mediador del Ayuntamiento. A poco de iniciar ese periodo ya había un plan de viabilidad que se ha ido retocando en función de cómo avanzaban las negociaciones, por lo que su aprobación se ha retrasado más de la cuenta. En relación a este plan, la UCO planteó sus dudas y pidió garantías jurídicas de que en un futuro se van a poder afrontar los pagos pendientes al Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (Mineco), y de fórmulas como la dación en pago de solares para saldar deuda vencida, que es una de las medidas previstas en el plan y que causaba recelo en un primer momento. Al final, la dación en pago se fijó para hacer frente al abono de 4 millones a la Agencia Idea (dependiente de la Junta). El plan, por fin, logró salir adelante el miércoles y por unanimidad.

La ampliación de capital, otro de los escollos

Complicada ha sido también la ampliación de capital necesaria para seguir adelante, ya que no todos los socios estaban dispuestos a poner dinero. A pesar de que todo parecía desbloqueado desde el momento en el que la Junta se comprometió a aportar la parte de capital que no pongan otros socios, asumiendo los 600.000 euros que le pertenecen más 700.000, ha sido otro escollo hasta que este paso fue aprobado por la junta general de accionistas el miércoles, aunque la cantidad que pondrá cada uno no se conocerá hasta que finalicen los dos periodos de suscripción.

El problema de la falta de avales financieros

El plan contempla una póliza de crédito de 2,5 millones que Caixabank está dispuesta a conceder pero quiere tener la seguridad de que recuperará ese dinero (imprescindible para Rabanales 21 mientras se materializa la ampliación de capital, que puede tardar más), ya que con él piensa pagar los 1,4 millones que ha de abonar ya al Mineco. Los avales solicitados han sido otro de los escollos, ya que no terminaban de llegar. En la negociación, una de las esperanzas era que la Junta garantizase que saldrá al frente de los pagos. Sin embargo, la Junta anunció el jueves cambios en su gobierno que afectan al parque, ya que hay un nuevo consejero de Empleo con el que hay que hablar para ver si se mantienen los compromisos adquiridos, cosa que el Ayuntamiento asegura que hará de inmediato. Rabanales 21 ha estado buscando fórmulas hasta el último momento para resolver el hándicap de los avales, ofreciendo sus tres edificios, que albergan 56 empresas, como garantía.

Ni en preconcurso, ni en concurso de acreedores

Con todos estos antecedentes, el consejo del viernes no se presentaba fácil, aunque Rabanales 21 continuaba aferrada a la idea de salir del preconcurso. Tras el consejo, el mutismo fue total. Solo trascendió el compromiso municipal de dirigirse a la Junta para ver hasta dónde está dispuesta a llegar, que el 20 de junio habrá otro consejo y que, mientras tanto, se seguirán buscando soluciones. De esta forma, Rabanales 21 no está en preconcurso, pero tampoco ha entrado en concurso, práctica habitual en muchas empresas que proporciona un margen de tiempo más pero conlleva riesgos.

Objetivo: sanear las cuentas en dos años

El plan de viabilidad es la herramienta que tiene Rabanales 21 para sanear su situación financiera. Rabanales 21 tiene una deuda de 25 millones, de los que, según el plan, casi 5 millones debe al Mineco; 11 millones, a la Agencia Idea; 884.000 al Soprea; un millón a la UCO; más de 400.000 euros, al Ayuntamiento; 2,9 millones de una ayuda reembolsable que debe reintegrar a Innovación; más 1,6 millones de otras deudas. Lo que más prisa corre es saldar la deuda con el Mineco, ya que hay 2,8 millones vencidos con recargos e intereses, de los que 1,4 millones ha de pagar cuanto antes. Además de negociar con el Mineco la reestructuración de la deuda, Rabanales 21 espera abonar los otros dos millones con la venta de parcelas. En este plan serán vitales los 1,4 millones que debe pagar al parque el promotor del proyecto comercial cuando se renueve su contrato y acaben los trámites urbanísticos que afectan a la parcela y que siguen en marcha.

Fórmulas para atraer empresas al parque

Una vez solucionados los problemas financieros, Rabanales 21 debe emprender otras medidas como la permuta de terrenos con el Ayuntamiento para tener más parcelas de producción y menos de servicios y el cambio de uso de terrenos para que en vez de innovación sean de fabricación. Otra operación es una reserva de terrenos para que un promotor privado construya naves para alquilarlas. El plan prevé fórmulas para captar empresas como la simplificación de trámites para las licencias, bonificaciones en impuestos, mostrar las subvenciones de las administraciones que hay, ofrecer condiciones más ventajosas a los clientes ya instalados y atraer firmas consolidadas con un plan especial para favorecer su traslado. Sin embargo, para poder aplicar este plan hace falta superar con éxito la nueva etapa que acaba de empezar.