Un equipo internacional de investigadoras, coordinado por las profesoras de la Universidad de Cambrigde Wendy Ayres-Bennett y Helena Sanson, y en el que participa la profesora de la Universidad de Córdoba (UCO) María Luisa Calero, trata de recuperar y hacer visible las obras de las mujeres lingüistas a lo largo de la historia y en diferentes tradiciones, desde las lenguas clásicas o el castellano hasta las lenguas orientales.

Así lo ha indicado la UCO en una nota en la que ha detallado que con ese objetivo se reunieron el pasado mes de junio en la Royal Society de Londres investigadoras de más de veinte países en el congreso científico 'Distant and neglected voices: women in the history of linguistics', entre cuyas principales ponentes estuvo la profesora Calero, que repasó el papel de las mujeres en el estudio del latín y el castellano desde el siglo XV hasta el XIX.

En el encuentro se analizó la contribución de las mujeres en el estudio del lenguaje desde tradiciones tan diferentes como la occidental, la africana, la oriental o la árabe. El objetivo, según ha explicado Calero, es que "esta imponente herencia femenina se incorpore con toda naturalidad a la historiografía lingüística oficial, así como a los programas de enseñanza universitaria".

En este sentido, Calero ha añadido que "será un proceso largo, que seguramente encontrará las inevitables resistencias, pero esa incorporación de las voces de las mujeres lingüistas a la historia común será, a partir de la publicación de esta historia de las mujeres lingüistas, un hecho imparable".

Ésa es la meta que persigue el equipo coordinado por Cambrigde y el de la publicación que en estos momentos prepara la prestigiosa 'Oxford University Press' en la que se sumarán 25 comunicaciones presentadas al encuentro de Londres y entre las que estará el estudio presentado por Calero.

Esta nueva línea de investigación no es el primer intento de la profesora Calero de acercarse a un análisis histórico del estudio del lenguaje. Desde que en 1994 publicara el libro 'Proyectos de lengua universal. La contribución española', en el que repasaba los intentos españoles por crear lenguas artificiales, la catedrática de Lingüística de la Universidad de Córdoba ha utilizado la perspectiva historiográfica para arrojar luz a la evolución del lenguaje.

En este sentido, Calero dictó recientemente un curso en la Universidad de Extremadura en el que presentó el 'neocriollo', una suerte de lengua mitad castellano mitad portugués que el pintor argentino Xul Solar imaginó como el idioma común para América Latina. Una idea que no prosperó pero que presenta un ejemplo más de los intentos por facilitar el entendimiento universal.

Entre las cientos de lenguas artificiales que se conocen, son muy escasas las que han llegado a prosperar como lenguas de comunicación real y efectiva. La más célebre entre ellas es el esperanto, creado en 1876 por el polaco Zamenhof y actualmente hablada por más de dos millones de personas en el mundo, según ha afirmado Calero.

LENGUAS ARTIFICIALES

Para la profesora, el esperanto es el ejemplo "más claro de una de las muchas aportaciones que han hecho las lenguas artificiales a la comunicación en general". También los inventores de lenguas artificiales han ayudado a crear nuevos códigos lingüísticos para encriptar mensajes, como fue el caso del español Juan Caramuel en el siglo XVII, entre otros.

Algunos otros creadores de lenguas vieron la posibilidad de inventar nuevos lenguajes científicos para una más exacta denominación del ámbito de la botánica, la zoología, la química o la medicina, como el Padre Sarmiento en el siglo XVIII.

"Todos estos casos sirven también para demostrar la aportación de las lenguas artificiales al lenguaje en particular, puesto que todos estos autores que se preocuparon por inventar nuevas lenguas de comunicación realizaron a la vez un gran esfuerzo de reflexión sobre las lenguas y el lenguaje, en su intento de hallar rasgos comunes a todas las lenguas para que esas nuevas lenguas inventadas fueran eficaces como medios de comunicación universal", ha concluido Calero.