Más de un centenar de profesionales sanitarios del Hospital Reina Sofía de Córdoba se han concentrado hoy para mostrar su repulsa ante cualquier tipo de violencia y, concretamente, contra las agresiones sufridas por parte de dos de sus miembros en las últimas semanas.

La delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María Ángeles Luna, que ha participado en este acto, ha recordado a los periodistas que el Servicio Andaluz de Salud impulsó en abril de 2005 el Plan de prevención y atención de agresiones para profesionales del sistema sanitario público andaluz con el objetivo de dotar a los profesionales de la sanidad de las medidas de seguridad y la formación necesarias para minimizar las posibles agresiones que puedan sufrir en sus centros de trabajo.

Luna ha recordado que en Córdoba la Consejería de Salud ha ido implantando herramientas que permitan a los profesionales no sólo poder alertar ante una situación que pueda derivar en una agresión, sino también medidas de disuasión.

Por su parte, la gerente del Hospital Reina Sofía, Marina Álvarez, ha explicado que el Plan establece un protocolo de actuación, en el que se recomienda a los profesionales qué hacer ante una agresión física o verbal.

La primera medida que se aconseja a los profesionales es solicitar ayuda a una tercera persona, ya sea personal de seguridad o un compañero, para manejar la situación y, al mismo tiempo, para que pueda ser testigo de los hechos.

Si la situación persiste, se recomienda avisar a los Cuerpos de Seguridad para que se personen en el centro y notificar el hecho al responsable del centro sanitario.

Además, el trabajador afectado contará, desde el primer momento, con apoyo psicológico y asesoramiento jurídico.

En 2016 el Servicio Andaluz de Salud registró un total de 171 agresiones, una cifra superior a las 148 registradas en 2015, aunque el número de agresiones físicas descendió considerablemente, siendo 33 las contabilizadas el pasado año frente a las 40 del 2015.

Por categorías, en Andalucía la mayoría de las agresiones las sufre el personal sanitario y casi la mitad, las profesionales de Enfermería (49 %), seguidas muy de lejos por los médicos de familia (11,32 %).

La causa que motiva la agresión por parte del usuario es desacuerdo con el trato o conducta en el acto del profesional o sin causa aparente en un 60% de los casos.