La asociación de vecinos del Parque Figueroa lleva tiempo queriendo que el barrio se convierta en un área de rehabilitación integral y en ese empeño trabaja. La asociación dispone de un estudio previo para intervenir en azoteas y fachadas de 108 bloques y está recabando adhesiones de las comunidades de vecinos para solicitar formalmente a Junta y Ayuntamiento la declaración del barrio como área de renovación y regeneración urbana. Como los aislamientos térmicos son inexistentes, la idea es llevarlos a cabo en azoteas, viviendas y paramentos.

El informe, elaborado por el arquitecto técnico Juan Requena, refleja las «deficiencias» detectadas dentro de las viviendas. El documento añade que el no haber tomado medidas de «mantenimiento y conservación de los edificios» redunda «en la pérdida de comodidad en el interior de las viviendas». El «problema aumenta en los domicilios ubicados en las últimas plantas», que «soportan los rigores climáticos a través de la cubierta plana transitable», afirma. El arquitecto técnico detecta «un déficit respecto al confort percibido en su interior por el sistema constructivo empleado y por los materiales utilizados, acordes con la fecha de construcción y desfasados respecto a las normas urbanísticas vigentes». Con las medidas propuestas, se persigue «reducir el consumo energético» para «aclimatar el interior de las viviendas».

Las medidas planteadas son mejorar la eficiencia energética, levantar las solerías de la cubierta plana transitable, impermeabilizar azoteas, instalar desagües, aislar las cámaras de aire, ampliar la altura de los antepechos metálicos, colocar puntos de riego en las azoteas y pintar fachadas y patios. El coste de estas actuaciones asciende a 6 millones. La idea de la asociación es que los vecinos paguen la mitad, 3 millones, y que las administraciones sufraguen el resto. De esa forma, cada comunidad cae a 28.000 euros.

La asociación tiene ya incluso la propuesta de financiación de una entidad, la Caja Rural, dispuesta a conceder un crédito por ocho años. Cada comunidad pagará 1.400 euros, que se repercutirán en las cuotas mensuales, que se encarecerán 17 euros (la idea de la asociación es rebajar a 15 euros por familia).

El portavoz de la asociación, Francisco Muñoz, cree que el proceso para lograr las adhesiones, que es en el que están inmersos, puede durar unos tres meses. Muñoz asegura que ya «hay bastantes comunidades que han dicho que sí». En el momento en el que las 108 comunidades den el visto bueno, la asociación se reunirá con la delegada de Fomento, Josefina Vioque. Para llevar a cabo el proyecto hará falta un convenio con Junta y Ayuntamiento (la asociación plantea que pongan el 35% y el 15%, respectivamente), que Muñoz quiere que se produzca este mismo año para que las obras comiencen el que viene. En caso de que las 108 comunidades no aprueben el proyecto, «este peligra», reconoce, aunque mantiene la esperanza, ya que el barrio ya se volcó una vez con la instalación de ascensores.

La delegada territorial de Fomento y Vivienda, Josefina Vioque, que ya se ha reunido con la asociación y que reconoce lo avanzado que llevan su proyecto previo de rehabilitación (después habría que elaborar otro más concreto), asegura que la Junta está a la espera del plan estatal de vivienda «para ver qué recoge», por lo que, al igual que el Ayuntamiento, de momento, no puede decir «ni si ni no» a la iniciativa. El consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, en una entrevista concedida a este periódico ya dijo que el Ayuntamiento puede plantear a la Junta, si considera que es una zona prioritaria en la ciudad, la declaración de un área de renovación y regeneración urbana para el Parque Figueroa.