Un grupo de vecinos del entorno de Conde de Torres Cabrera y Burell han denunciado ante el Icomos la degradación de esta céntrica zona por el tráfico derivado, a su juicio, del cierre de la calle Cruz Conde. Según los demandantes, ni siquiera las restricciones en Alfaros les han beneficiado, porque el tráfico que termina en Torres Cabrera viene desde otros puntos de la ciudad. Señalan, eso sí, que quizá tengan que movilizarse "como lo hicieron los vecinos de Alfaros" para que los escuche el Ayuntamiento. Los firmantes de la denuncia --una docena de afectados, entre los que se encuentran Federico Roca, Federico García Utrera y José Javier Rodríguez Alcaide-- han dirigido un escrito a las sedes de Madrid y París de este organismo asesor de la Unesco, en espera de que escuchen su "preocupación por la degradación de la ciudad romana de Córdoba, la zona protegida por el Icomos dentro de la declaración de Patrimonio de la Humanidad". Rodríguez Alcaide recuerda que han pedido muchas veces al Ayuntamiento que haga respetar la restricción de circulación a la que obliga ya una placa de zona Acire: "Lo normal es que esta zona fuera ya peatonal", indica. También sugieren que en el cruce de las calles Alfonso XIII y Torres Cabrera se ponga una cámara para evitar la circulación de no residentes.

En el escrito dirigido a Icomos proponen tres soluciones, que ya trasladaron en su momento a la concejala de Movilidad, Ana Tamayo, y que pasan por permitir el tráfico de taxis y microbuses por Cruz Conde; convertir en zonas verdes (residentes) las 600 plazas de zona azul que hay en el entorno; y colocar cámaras en el enlace con Alfonso XIII "para que ni siquiera empleados del Ayuntamiento ni vehículos oficiales puedan pasar por esas angosturas". La intensa circulación deriva, según Rodríguez Alcaide, en problemas para el vecindario, "que vive sin poder ni siquiera abrir las ventanas de sus casas por la contaminación".