Treinta y dos años lleva el cordobés Juan José Aguirre Muñoz como misionero en Bangassou y pronto se cumplirán 15 años desde que fue nombrado obispo de esta ciudad de la República Centroafricana. En ese tiempo Juan José Aguirre ha logrado, con la ayuda de numerosas personas y entidades, levantar una zona desolada, dotarla de carreteras y de infraestructuras educativas y sanitarias, la última una maternidad. La República Centroafricana (antigua colonia francesa) es la tercera nación más pobre del mundo y sobrevive como puede gracias a la ayuda solidaria de oenegés como la Fundación Bangassou.

Sin embargo, la República Centroafricana vive una grave convulsión política, debido a que un grupo de rebeldes quieren imponer un régimen islamista en el país, una situación parecida a la de Mali, pero que, según denuncia Juan José Aguirre, "parece que no le importa ni a Francia ni a nadie". De ahí que la situación en la que se encuentra ahora el obispo cordobés y la población de su diócesis es de serio peligro, debido a que por el momento él no está en Bangassou y no puede volver, aunque quiere hacerlo, al estar las carreteras cortadas.

El presidente de la Fundación Bangassou y hermano del obispo, Miguel Aguirre, apunta que "Juan José fue la semana pasada a una reunión a Bangui (capital del país), ubicada a unos 800 kilómetros de Bangassou". Miguel Aguirre señala que "el obispo de Bangassou no pudo venir hace dos semanas a la comida que organiza nuestra fundación en Córdoba para recaudar fondos, ya que no se fiaba de dejar la misión y que fuera asaltada por la Seleka, este grupo yihadista. Sin embargo, al saber los rebeldes que Juan José no estaba, aprovecharon este lunes para entrar en Bangassou".

"Parece que estos terroristas golpearon y obligaron al jefe de taller de la diócesis de Bangassou, Jean Marie Azoubao, a entregarle 5 vehículos, que él previamente había escondido. Por el momento, estamos a expensas de que una expedición de Cruz Roja Internacional, que es la única a la que permiten transitar por allí, ofrezca nuevas noticias a mi hermano Juan José. Parece, según cuenta Juan José, que "la casa de los padres espiritanos, la de las franciscanas, seminario menor, garaje y carpintería de Bangassou han sido saqueados y que lo han robado todo, pero que no ha habido desgracias personales". Miguel Aguirre añade que "la comunicación con Bangassou está completamente cortada". En la actualidad, junto al obispo de Bangassou está en esta ciudad el cooperante español Angel Santamaría y la religiosa Sor Julieta. En enero pasado estaba previsto que desde Córdoba se hubieran desplazado allí el cirujano Carlos Díaz, el ginecólogo Federico Izquierdo y la enfermera Mercedes López para operar a numerosas personas de hernias, miomas y otros problemas, pero "fue imposible debido al peligro que podían sufrir", se lamenta Aguirre. Por otro lado, los contenedores con toneladas de ayuda recogida en Córdoba a finales del pasado año se encuentran paralizados en una ciudad próxima, hasta ver si se tranquiliza algo la situación.

Miguel Aguirre explica que "la caída de Bangassou a manos de estos rebeldes supone "un gran fracaso de los acuerdos de paz firmados en Libreville (Gabón), que deberían haber puesto fin a esta ola de violencia". Juan José Aguirre denuncia que desde diciembre la población de Bangassou está bloqueada por los rebeldes yihadistas, lo que ha provocado que "estemos sin carburante, medicinas o alimentos, coincidiendo además con que ahora estamos en la estación seca y hace mucho calor".