El largo proceso vivido por Urende y su plantilla para dar viabilidad a la empresa está llegando a la calma después de que el Ministerio de Empleo aprobase ayer un expediente de regulación por el que 592 personas deben abandonar la empresa. Así, los sindicatos han señalado que ahora solo queda que el juez de lo Mercantil de Córdoba ratifique esta medida y desde UGT concretaron que "nos congratulamos de que tenga esa sensibilidad, porque su carga de trabajo podría haberlo demorado".

Este visto bueno es importante, ya que hoy finaliza el plazo del expediente de regulación temporal de empleo y si el juzgado no se pronuncia antes de mañana, 390 personas se incorporarán a la actividad. Después de que el ERE de extinción entre en vigor, la cadena de electrodomésticos y electrónica mantendrá 110 de los 702 empleos que tenía en España y 4 de sus 22 tiendas. Los profesionales que continúen en Urende trabajarán en Córdoba (unos 40), Ciudad Real, Granada y Jaén, mientras que los que salgan recibirán una indemnización de 20 días por año y pasarán a formar parte de una bolsa de empleo. En este sentido, el secretario general de Comercio de UGT, Antonio Vacas, aclaró que "a poco que vaya bien la cosa, tendrán que meter a gente" y Francisco Ramírez, secretario de Acción Sindical de Comercio de CCOO, confirmó que ya está llegando mercancía a las tiendas, aunque "será de los establecimientos cerrados". Urende se encuentra en concurso voluntario de acreedores y tiene una deuda de 232 millones de euros.