Una cuidadora acusada de robarle joyas a una anciana con alzhéimer y hacerle firmar un cheque de 8.000 euros aseguró ayer en el juicio que tanto esta cantidad como un anillo que vendió en un establecimiento de compra-venta de oro fueron regalos que le hizo la mujer. Además, achacó la denuncia que presentaron contra ella el administrador de la anciana y otra cuidadora a la «envidia», ya que la que la mujer estaba muy «a gusto» con ella y «quería que yo lo hiciera todo». El fiscal, que también la acusaba en sus conclusiones provisionales de atar a la cama a la víctima «para que no la molestase» por la noche y de intentar sacar dinero con su tarjeta de crédito ayudada por su marido, también procesado, solicitó para ella penas de seis años y diez meses de prisión.

La cuidadora relató a preguntas del fiscal que la anciana «sabía que yo no estaba económicamente bien», por lo que le entregó un cheque por valor de 8.000 euros. A pesar de que la acusada se negó en un principio a aceptarlo, según su relato, la mujer insistió porque «decía que ella le daba su dinero a quien quisiera». No obstante, la cuidadora le pidió que le «hicera un escrito» expresando su voluntad «para que no dijeran que había abusado de ella». El fiscal señala en su escrito que la anciana no tenía «capacidad suficiente para administrar con éxito su persona y bienes». La acusada, sin embargo, dijo ayer que «estaba bien». «Sabía perfectamente que me quería dar esa cantidad porque se lo pregunté mil veces. Decía que me había portado muy bien y que ella con su dinero hacía lo que le daba la gana».

El administrador de la anciana declaró, de su lado, que esta le dijo que la cuidadora «la obligó» a firmar el cheque. En su declaración ante el juez de instrucción, la perjudicada relató que firmó un papel en el que ponía la cifra de 80 y que la moneda de curso legal era la peseta.