Dos excoordinadores generales de Izquierda Unida Convocatoria por Andalucía, Julio Anguita y Luis Carlos Rejón y el actual, Antonio Maíllo, se dieron cita ayer en las jornadas que, organizadas por Fundación Memoria y Cultura, conmemoran los 30 años de la fundación de la iniciativa y en la que los tres, junto con otros líderes de la coalición, reflexionaron sobre las tres décadas ya pasadas y sobre la manera de plantearse el futuro.

El más duro en sus consideraciones ante los medios fue Rejón, para quien la marca "ha muerto". Para los otros, el momento actual hace necesaria una revisión de las premisas que hicieron posible el proyecto y adecuarlas a la realidad actual, sobre todo con miras al futuro.

Así, Julio Anguita puso de manifiesto que "a la luz del recuerdo, queda actualizar" aquella iniciativa e insistió en que "tanto Izquierda Unida como el Partido Comunista, en estos momentos necesitan sentarse, serenarse, sin prisas de elecciones sin que nadie nos marque el calendario, analizar nuestra historia y obrar en consecuencia". A su juicio, "hay capacidad de dar respuesta, pero debe salirse de los cauces normales". Es decir, que son momentos de "heterodoxia, incluso asumiendo riesgos". Anguita dijo que los pilares sobre los que se levantó IU "están frescos y otras organizaciones han sabido desarrollarlos", en alusión a Podemos.

Por su parte, Antonio Maíllo considera que éste es un momento "de repensar todo" y "reivindicar el hilo que ha llevado desde hace 30 años la Convocatoria por Andalucía, como otra forma de hacer política". En esa necesidad de repensar el papel de la izquierda andaluza en el contexto actual puede venir muy bien, apuntó, una jornada "que no sea de nostalgia sino de la realidad actual, o sea, cómo aplicar el espíritu de Convocatoria por Andalucía en el momento actual", con conclusiones que provoquen una "sacudida" de la realidad que genere "un instrumento organizativo que la haga más eficaz".

El más crítico con la realidad actual de Convocatoria por Andalucía fue Luis Carlos Rejón, quien aseguró con contundencia que "la marca está ya muerta", porque se consiguió movilizar a la gente mientras que ahora "se han tenido que juntar IU y Podemos para sacar los mismos escaños" y aseguró que "si no se espabila se seguirá yendo gente", concluyendo que "habrá que replantearse muchas cosas" de cara a las próximas elecciones.