La puja por la intervenida Cajasur se resolvió a favor de una de las dos favoritas, la Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK), la caja más solvente de España. BBK, de acuerdo con los criterios del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y del Banco de España, hizo la oferta más competitiva y "asegura la utilización más eficiente de los recursos públicos", pues solo reclama al FROB unas ayudas de 392 millones de euros. Al final, la oferta de Unicaja, que era también muy competitiva --pero, al parecer pedía una cantidad cercana a 1.000 millones como para la fallida fusión, mientras el Banco Sabadell pidió 1.500-- quedó atrás y el FROB ha aplicado a rajatabla los anunciados criterios económicos.

Las propuestas de BBK y Unicaja eran las mejores según los criterios de los técnicos, si bien el plan de futuro de la vasca y el grado de sus peticiones de ayudas la hacían la más fructífera, según destacaron a Efe fuentes cercanas al proceso de selección. En los informes de los técnicos se destacaba el plan de futuro del proyecto, la liquidez de BBK y la estabilidad de sus depósitos, así como que su red de oficinas es complementaria con la de Cajasur, lo que reduce ajustes de plantillas (aunque éstos serán inevitables al estar la plantilla sobredimensionada).

La noticia se recibió con decepción, aunque la Junta manifestó su "máximo respeto" a la decisión del supervisor. Instituciones, partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales entienden que Cajasur quedará "fuera" del sistema financiero andaluz desde el punto de vista de que no formará parte de la "gran caja" que auspicia la Junta de Andalucía con el apoyo del consenso de todas las fuerzas políticas. Sin embargo, desde el punto de vista de su papel en Córdoba (donde se mantendrían servicios centrales) y Andalucía, de la actividad económica, del empleo y de la obra social, dependerá de sus nuevos propietarios. BBK explicó ayer que presentó "un proyecto sólido y realista, que garantiza la viabilidad futura de Cajasur", a la que trasladará "su modelo de gestión".

Su presidente, Mario Fernández, indicó que "con esta operación, damos el primer paso en el objetivo de ganar tamaño, para ser más competitivos y poder dar un mejor servicio a los clientes, sin poner en riesgo el patrimonio alcanzado por la caja en más de cien años de historia. Además, como venimos demostrando por nuestra trayectoria, hacemos una apuesta por mantener el compromiso de obra social en Córdoba y Andalucía". BBK tiene unos activos de 29.800 millones de euros y, con Cajasur, alcanzará los 48.700 millones, situándose en el séptimo puesto del sistema de cajas de ahorros español (ver gráfico y página 4 ).

BBK goza de una ratio de solvencia del 14,6% y sitúa su mora en el 2,49%, por lo que se considera "reconocida en todos los foros nacionales e internacionales como una de las entidades mejor preparadas para afrontar los efectos de la crisis". La caja ha tenido éxito en este tercer intento por aumentar tamaño en el último año. Los dos anteriores, la oferta que presentó por CCM y las negociaciones con la alicantina CAM para constituir un Sistema Institucional de Protección (SIP), fracasaron.