Es difícil establecer qué narices son las lecturas de verano. Una ley no escrita tiende a relacionarlas con libros playeros --léase best-sellers y novelas policiacas-- pero la maquinaria editorial, aunque tocada por la crisis, es tan amplia que los más vendidos tienden a confundirse con las propuestas literarias. También es el momento para hincarle el diente a ese clásico para el que no había tiempo. Junto a los libros destacados se convocan aquí otros 15 que no le van a la zaga.

LA GUERRA CIVIL Suele ser una fuente bibliográfica inagotable pero este mes de julio, en el que se cumplen 75 años del golpe de Estado franquista, se multiplican todavía más las novedades. La más destacada y ambiciosa es El holocausto español (Debate/Base), de Paul Preston, documentadísimo recuento de la radicalización y el odio durante la contienda. Si se quiere un relato preciso de las circunstancias del alzamiento, el libro es Julio de 1936 , de Francisco Alía Miranda (Crítica). Y la rareza es la novela ¡No pasarán! (Navona), del norteamericano Upton Sinclair, hoy olvidado escritor de inquietudes socialistas, sobre un miembro de las Brigadas Internacionales.

OTROS UNIVERSOS El capítulo de ciencia ficción también llega bastante nutrido. Destaca la novela La chica mecánica (Plaza & Janés), del italoamericano Paolo Bacigalupi, que viene acompañada de los principales premios del género. La acción transcurre en la Tailandia del siglo XXII convertida en reducto ecológico de un mundo en el que también tienen cabida los neoseres , suerte de replicantes diseñados para servir. Y de replicantes también va la insólita Lágrimas en la lluvia (Seix & Barral), insólita porque la firma Rosa Montero, que ha decidido hacer un homenaje a Blade Runner. Aunque ya estaba editada hace años, ha sido la adaptación televisiva de la celebrada novela de George R. R. Martin, Juego de tronos (Gigamesh), lo que ha disparado las ventas de la primera entrega de lo que será una saga en siete novelas (la quinta aparecerá en Estados Unidos el próximo martes) y un filón para la fantasía épica.

CRONICAS Los amantes del periodismo literario están de enhorabuena con las recuperaciones de dos grandes libros del norteamericano Gay Talese, Honrarás a tu padre (Alfaguara) y La mujer de tu prójimo (Debate). Las cosas que llevaban los hombres que lucharon , de Tim O´Brien (Anagrama), es una memoria ficcionalizada en la que el autor ha colocado la lupa en los más mínimos detalles de su participación en la guerra de Vietnam. Tampoco tienen desperdicio las piezas del imprescindible cronista mexicano Carlos Monsiváis Los ídolos a nado (Debate), en especial las dedicadas a María Félix, Dolores del Río y Cantinflas.

CLASICOS Porque existe la posibilidad de quitarnos el mal sabor de boca que nos deparó el tener que leer obligatoriamente La Regenta , de Clarín (Mondadori), en el instituto para descubrir ahora por qué es un clásico incombustible. Porque hay que zambullirse en la modernidad de Guy de Maupassant en la selección de relatos con protagonismo femenino que Siruela ha reunido bajo el título de Todas las mujeres , con traducción y prólogo de Mauro Armiño. Porque por fin se publica José, el proveedor , cuarto y último volumen de la tetralogía histórica de Thomas Mann, José y sus hermanos (Ediciones B), que el propio autor consideraba su obra magna. Porque todavía es tiempo de descubrir una joya oculta como Cuento de viejas , de Arnold Bennett (RBA), que narra el relato de una familia inglesa escrito con una placidez y precisión victorianas.