El Córdoba, en la cama, tuvo que esperar hasta la última visita de los médicos para confirmar que éstos no le pasaban a la UCI y que permanecería en planta una semana más. Incluso en un partido que, visto el rival y la distancia en el marcador al descanso, debió ser de trámite en el resto del encuentro, los blanquiverdes se empeñaron en volver a mostrar debilidades que hicieron pensar que se iban a cuidados intensivos junto a su adversario. Pero un derechazo de Markovic, el mejor de los suyos anoche, eliminó todos los fantasmas que se generaron en el último cuarto de encuentro. Cumplió el Córdoba con la máxima de ganar como sea para sumar la primera victoria en la segunda vuelta e intentar mejorar desde la tranquilidad que dan los resultados, que visto lo visto en El Toralín, aún continúa siendo no poco. Y eso que los blanquiverdes sacaron su mejor versión en lo que a pegada se refiere: apenas transmitieron sensación de peligro ni de dominio, dispararon cinco veces entre los tres palos y anotaron tres goles. Si fue cosa de la debilidad del rival o de que los de Oltra vuelven a crecer en ese aspecto sólo el tiempo y la competición lo dirá. Pero lo que es obvio es que ayer llegaban a El Toralín un equipo con una grave crisis ofensiva, que resolvió anotando un gol insuficiente, y otro con un problema defensivo sobre el que no terminó de despejar dudas, por lo que su pegada, ante ese adversario, fue suficiente. En cualquier caso, el conjunto blanquiverde mantiene el ritmo de puntuación del grupo de cabeza, que cada vez se hace más y más grande, vistos los resultados de ayer y los que pueden ocurrir hoy.

Oltra apostó por meter a Eddy como acompañante de Víctor Pérez y con Markovic como pareja en ataque de Xisco, dio de nuevo la titularidad a Fidel en detrimento de Nando y mantuvo a Razak en la portería. Lo mejor para este Córdoba sin juego, de carrera y pegada fue que precisamente Markovic se convirtió en su máximo exponente en tierras bercianas. Intervino decisivamente en los dos primeros goles y anotó el tercero, amén de sustituir en lo posible la ausencia del desgaste físico que siempre aporta Florin Andone.

Dentro de un tono bastante bajo durante todo el encuentro, los inicios de éste fueron para la Ponferradina, que durante los primeros 20 minutos tuvo algo más el balón y sumó un par de llegadas y una ocasión a balón parado, tras una falta sacada por Adán tras la que el balón botó en el pecho de Razak. El Córdoba respondió con un buen cabezazo de Stankevicius y esa igualdad dentro del aburrimiento la resolvieron los blanquiverdes de manera fulgurante. Markovic recuperaba un balón y abría a Stankevicius, que lanzaba un buen centro al segundo palo de Dinu para que Fidel, aprovechándose del desorden defensivo local y de su gran pierna izquierda cruzara el balón a la red.

La Ponferradina acusó el golpe y durante 10 minutos el tono del duelo bajó aún más. Los locales no atinaban a dar cuatro pases seguidos y los visitantes no querían. Una falta lateral de Casado que remató Andy despertó a los blanquiazules, que pudieron anotar tras una pérdida en mediocampo de Víctor Pérez, pero los de Nistal demostraron el motivo de esos seis encuentros consecutivos sin anotar. También pudo Jebor sumar para su equipo si después de irse de tres adversarios y con todo a favor hubiera cedido a Djordjevic, solo en el área, pero el liberiano decidió buscar la gloria aunque le faltara el aliento. Y de nuevo, sin esperarlo, volvió a aparecer el Córdoba. Markovic se metía una carrera de 70 metros con el balón en el pie tras recuperar en el borde de su área, esperó a que le llegaran amigos, se apoyó en banda y pasó después a Víctor Pérez, ya en el área rival, para que el manchego pusiera el esférico en el pie de Xisco, situado en la línea de gol. Mal partido de los dos, pero el Córdoba se iba al descanso con la tranquilidad del 0-2.

¿Tranquilidad? Pues a pesar del marcador y del adversario, tampoco tocaba en El Toralín. Posiblemente el síntoma de que a este Córdoba le quedan virus que eliminar se comprobó en que ante un rival del nivel mostrado ayer por la Ponferradina y con una ventaja suficiente en el marcador volvió a entregar el balón al adversario y a pesar de que éste no sabía muy bien qué hacer con él logró hacerle, progresivamente, alguna ocasión y un tanto. Por suerte para el Córdoba el enemigo que le tocó en esta ocasión no era el Valladolid, el Mirandés o el Zaragoza. La Ponferradina empujaba con corazón, pero tanto los centros desde las bandas --horrorosos-- como los aturullados intentos de pases a la espalda de la defensa no encontraron su objetivo. Baste como ejemplo el disparo de Acorán (81'), con todo a favor y ante Razak, que fue desviado... por Hume, que se cruzó por allí. Poco después llegó el tanto de Caiado, pero la mínima esperanza berciana se ahogó en tan sólo cinco minutos, los que tardó Markovic en fusilar a Dinu tras una asistencia de De Tomás, que había entrado por Xisco.

Si en la previa se atisbaba que uno entraría en la UCI, trabajo tendrá Fabri --y no poco-- para sacar de allí a la Ponferradina. El Córdoba salvó las sensibles ausencias de Florin y de Luso y cortó la mala racha con su primera victoria en la segunda vuelta, con lo que logra cierta estabilidad para el futuro, pero esa renuncia al balón que le trae tantos problemas demuestra que a pesar del resultado, su estado de salud le obliga a permanecer en planta.

Ficha técnica:

SD Ponferradina: Dinu; Adán, Alán, Miquel (Camille, min. 46), Casado; Acorán, Andy, Melero (Aguza, min. 63), Caiado; Jebor y Djordjevic (Hume, min. 46).

3 - Córdoba CF: Razak; Stankevicius, Rodas, Deivid, Cisma; Ríos, Víctor Pérez, Edy Silvestre, Fidel (Nando, min. 68); Markovic y Xisco (De Tomás, min. 85).

Goles: 0-1, m.23: Fidel; 0-2, m.43: Xisco; 1-2, m.84: Caiado; 1-3, m.89: Markovic.

Árbitro: Piñeiro Crespo (Colegio asturiano). Mostró tarjetas amarillas a Andy (min. 8) y Caiado (min. 30) por la SD Ponferradina; a Rodas (min. 2), Deivid (min. 35) y Edy Silvestre (min. 51) por el Córdoba.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo sexta jornada de la Liga Adelante disputado en el estadio "El Toralín" ante unos 3.854 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Virginio Sánchez "Gini" exjugador de la SD Ponferradina y presidente de la Asociación de jugadores veteranos del club berciano y de Fernando "Nando" Yosu, que dirigiera al conjunto blanquiazul.