El PP andaluz, que ha perdido más de 400.000 votos y las mayorías absolutas en las ocho capitales andaluzas en las elecciones municipales, anunció ayer una nueva etapa de su proyecto político en la que sus dirigentes están dispuestos a "cambiar caras y estrategias" políticas. "Sabemos gestionar, pero a veces no sabemos emocionar y llegar al corazón de los ciudadanos", aseguró el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, durante su comparecencia en el comité ejecutivo de su partido que abordó los resultados de los comicios municipales del pasado domingo y los posibles pactos.

A diferencia de la posición del presidente nacional, Mariano Rajoy, que ha optado por no emprender cambios ni en el partido ni en el Gobierno, el líder andaluz admitió que el partido ha perdido "un tanto de cercanía, frescura y conexión con los ciudadanos" y anunció cambios en "todo lo que haya que cambiar, estilos, formas, estrategias y también caras" para un proyecto "distinto".

El PP andaluz --según Moreno-- "ha mantenido el tipo en un escenario muy complicado", pero también consideró que los casos de corrupción "de un enorme impacto mediático" han hecho que una parte de su electorado haya retirado su apoyo. "A nosotros se nos exige mucho más que al resto de fuerzas políticas", dijo, en referencia a los casos en Andalucía.

Sobre los pactos, el dirigente popular advirtió de que Andalucía no puede entrar en tiempo "de inestabilidad absoluta" con gobiernos "bipartitos, tripartitos o cuatripartitos" porque conllevan "irregularidades y descontrol".

"Vamos a ver cómo se comporta el PSOE y la señora Díaz", añadió Moreno, quien abogó por esperar a ver si la socialista "no se tira a los brazos inmediatamente de los candidatos de Podemos a los que en gran parte de la campaña repudió". Recordó que Díaz, tras las autonómicas, "hizo una pasarela pensando que la investidura era automática y aún no ha sido investida" y ahora "comete el mismo error", por lo que le preguntó "qué tiene que celebrar" tras perder 95.000 votos respecto al 22 de marzo.