"La comida no se tira". Esta es la respuesta que dan las principales cadenas de supermercados que operan en España ante la pregunta de qué se hace con los alimentos a punto de caducar o sobrantes. La mayoría tienen acuerdos con diversas oenegés a las que reparten la comida sobrante, y muchas de ellas realizan campañas de recogida de alimentos de los propios clientes que después también se donan a las organizaciones.

Tras conocerse los "injustificables actos de violencia", según las patronales del sector, acontecidos el martes, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicio y Supermercados (Asedas) y la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES) lanzaron un comunicado en el que critican duramente la acción del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT). En el texto, las patronales afirman que la distribución comercial está teniendo un comportamiento "profundamente solidario" de la mejor manera que puede hacerlo, que es "bajando los precios" de sus productos a los ciudadanos en un momento de crisis.

"Se ha conseguido mejorar la capacidad adquisitiva de toda la sociedad pero, especialmente, se ha podido contribuir eficazmente a aliviar los efectos de la crisis en los segmentos económicamente más débiles", afirmaron las tres patronales, que recordaron que la distribución comercial canaliza a través de múltiples oenegés, como el Banco de Alimentos, la donación de excedentes aptos para el consumo.