Fútbol es fútbol (como diría un erudito filósofo del balompié). Mientras que el índice de absentismo en las aulas sube y el índice de la educación española está por debajo de la media europea, las entidades que se dedican a la cantera del mundo del balompié no paran de crecer. Peso a todos los problemas, también económicos, que rodean a los jóvenes, el número de inscritos en las ligas que organiza la Delegación Cordobesa continúa en alza. Un total de 553 equipos han comenzado la temporada 2013/14 participando en las ligas cordobesas de categorías que van desde juveniles hasta prebenjamines. Son un total de 29 más que en la campaña pasada, por lo que el ascenso es de un tres por ciento. Y eso que en esta estadística no entran las escuelas, que crecen de manera exponencial y más que el resto de categorías, fruto a la especialización que hay en las últimas campañas.

El crecimiento de conjuntos no ha parado en la última década. Si tenemos en cuenta que desde juveniles hasta prebenjamines había 317 equipos en la campaña 2004/05, el ascenso ha sido de un 43 por ciento desde entonces, una cifra que habla por sí sola del impacto que tiene este deporte entre los niños cordobeses.

Todas las categorías han mejorado su inscipción, excepto la juvenil, que tiene uno menos que la pasada campaña (52). En cadetes se pasa de 67 a 71, en infantiles se sube de 78 a 84, en alevines el número asciende de 124 a 139, en benjamines son dos equipos más nada más (124 a 126), al igual que en prebenjamines (79 a 81). La categoría alevín es la que tiene un mayor incremento.

En una década, los prebenjamines casi han cuadriplicado el número de participantes, de 23 a 81. En benjamines se ha pasado de 61a 126, más del doble. El resto también se ha incrementado, pero en un menor número.

¿Qué es lo que ha contribuido a este crecimiento? Está claro que el índice de población ha subido, pero no tanto como el número de participantes. Una clave es la mejoría de las instalaciones deportivas que hay en la actualidad. La mayoría de los campos de la capital y provincia son de césped artificial. El polvo y el barro se ha acabado para todos aquellos clubs que han dejado de sufrir el albero para pasar a disfrutar de la hierba sintética, por lo que mejora la conducción, hace que no se suspendan tantos entrenamientos ni partidos y el nivel del futbolista crece sistemáticamente.