Nació en Sevilla hace 39 años pero lleva mucho tiempo fuera de España. Estuvo casi una década con Google Maps y desde hace unos meses trabaja para Moovit desde la sede de la compañía en San Francisco, aunque no para de ir de un lado a otro presentando la aplicación para el transporte público.

--¿Cuál es la clave del éxito de Moovit y qué la diferencia de otras?

--Nuestro producto está sumamente basado en la comunidad, en los usuarios que lo utilizan, que tienen mecanismos para la retroalimentación, es decir, el feedback , para decir cómo está funcionando, cómo van las paradas de autobús, la frecuencia, si hay mucha gente o no en los vehículos. Nos pueden ayudar a mejorar los datos o decir las nuevas versiones que tenemos que lanzar. Nuestro producto se enmarca dentro de la corriente social, local y móvil. Lo importante es que los datos que das sean buenísimos, casi perfectos.

--¿No es arriesgado dar tanta participación al usuario?

--Tenemos mecanismos para controlar qué tipo de información nos llega y saber si es fidedigna o no. Usamos métodos estadísticos para conocer si esos datos son relevantes o no. Hay una funcionalidad con la que el usuario puede saber paso por paso dónde se encuentra y la información viene transmitida por GPS, y eso no miente. Esos son datos a tiempo real, no opiniones subjetivas. Hacemos comparaciones y tenemos algoritmos para descifrar si es verdad o no. También es cuestión de volumen. Si los usuarios nos dan un amplio número de feedback y vemos que es de buena calidad, lo podemos tener en cuenta para hacer cambios.

--¿Hay posibilidad de incorporar la aplicación a otros medios de transporte?

--Nuestro objetivo es la persona local, pero estamos abiertos. Si vemos que hay búsqueda no solo de Córdoba ciudad, sino de la periferia y pueblos cercanos, veremos la fórmula para conseguir esos datos, porque queremos tener a los usuarios contentos y que obtengan la información que les hace falta.

--¿Cuántos usuarios esperan en Córdoba?

--Somos muy conservadores a la hora de lanzar esa previsión porque lo más importante es la calidad de los datos y de los usuarios. En Copenhague o Helsinski en cuestión de un mes hemos tenido 50.000 usuarios solo por el boca a boca y sin actividad de márketing. Creemos que en Córdoba tendremos buena aceptación.

--¿Qué ventajas y que inconvenientes puede tener Córdoba en relación con otras ciudades?

--Todo son ventajas. Lo importante es que los cordobeses estén contentos con la aplicación, que nos den el feedback y nos digan lo bueno y malo. Mientras más digan lo que les gusta y lo que no, mejor, mientras sea construtivo y podamos mejorarlo.

--¿En cuántos idiomas está?

--Está configurada en 35 idiomas y en Córdoba con tantos turistas es importante.

--¿Qué planes de expansión tienen?

--Estamos orgullosos de que Córdoba sea la primera de Andalucía. Después tenemos en el punto de mira otras ciudades como Málaga, Sevilla o Almería. Cada una es distinta, pero queremos aprender qué funciona y qué no en Córdoba. Fuera, la idea es lanzar la aplicación en el Sudeste Asiático, en concreto, en China, India y Japón.

--¿Emprender es la clave?

--Tomar riesgo es la clave.

--¿Qué es la democratización del transporte público?

--Que el transporte se haga de manera fácil e intuitiva a través de una aplicación fácil de usar y útil. Ahora nos centramos en el transporte público local pero pensamos en la integración con los taxis. BMW tiene parte de transporte privado y a lo mejor lo integramos. Queremos ofrecer una aplicación gratuita, que esté al servicio del público y que ayude a llegar a cualquier persona en cualquier momento y de forma rápida.