Miembros de la plataforma Stop Desahucios, en la que hay unas 600 familias con alguno de los servicios básicos cortados, se encerraron ayer en la sede central de Endesa en la capital para solicitar una reunión y estudiar fórmulas de fraccionamiento o aplazamiento de pago que eviten el corte del suministro eléctrico. El encierro se prolongó hasta la hora del cierre de la oficina, cuando la Policía acudió para desalojarlos, según fuentes de la plataforma. "Los mismos agentes mediaron con la dirección de la sede para solicitar una reunión que finalmente se celebrará la semana que viene", explicó el portavoz de Stop Desahucios. Fuentes de Endesa confirmaron "la voluntad de diálogo" de la empresa e informaron de que "en casos de extrema necesidad, existen acuerdos para evitar el corte".