"Se les informó en la entrada", aseguró uno de los vigilantes de seguridad de la Mezquita-Catedral. Es más, "a todos" los visitantes musulmanes se les comunica que no pueden rezar por el rito islámico en el recinto, apuntó el responsable de seguridad. Sin embargo, añadió, todo estaba "perfectamente organizado" porque entraron poco a poco y luego se reunieron, y además se les encontraron walkie- talkies para comunicarse. Una de las miembros del grupo, no obstante, dijo que los llevaban para hablar de autocar a autocar.

Pero, ¿por qué ocurrieron los incidentes?, preguntó el fiscal. "Porque venían a ello y estaba perfectamente planificado", respondió el vigilante herido. ¿Y ocurre algo parecido otras veces? El vigilante explicó que no es la primera vez que intentan orar allí, pero en un 90% de las ocasiones cuando se les avisa se levantan sin más, más o menos molestos pero "nunca de esta manera".