La formación presentó una enmienda a la totalidad al proyecto de Ley del PP

El PSOE-A exige un Estatuto «a la altura» de las mujeres del campo y del mar

Los socialistas reclaman una «discriminación positiva» para fomentar la participación femenina en una esfera pública «sin desigualdades de género»

Mujeres trabajan en la recolección de aceituna.

Mujeres trabajan en la recolección de aceituna. / A.J. González

Europa Press

El PSOE-A volvió a reclamar este domingo «un Estatuto a la altura de las mujeres del campo y del mar y a la altura de lo que merece Andalucía», que contemple «discriminación positiva» para el colectivo.

Así lo expresó en una nota la portavoz del Grupo Socialista en la comisión de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural del Parlamento, Ana Romero, tras defender el jueves la enmienda de totalidad que su formación presentó contra el proyecto de Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales y del Mar del Gobierno andaluz del PP, que no salió adelante merced a la mayoría absoluta del Grupo Popular en el Parlamento. El PSOE andaluz justificó su enmienda a la totalidad por considerar «absolutamente insuficientes» las medidas planteadas en dicho proyecto de ley «para mejorar la vida de las mujeres de nuestros pueblos».

Los socialistas reclaman una «discriminación positiva» para fomentar la participación de las mujeres en una esfera pública «sin desigualdades de género y que permita dinamizar el medio rural». A juicio de la portavoz socialista, «hay que reconocer y apoyar la aportación femenina para eliminar las barreras estructurales, económicas, administrativas y sociales, y garantizar las mismas oportunidades profesionales».

«El Estatuto debe reflejar el cambio jurídico necesario para alcanzar un mundo rural más igualitario», aseguró Romero, quien reclamó una «apuesta firme y no programática» como, a su juicio, se plantea en el texto elaborado por el Gobierno andaluz, en el que aprecia «reducido alcance normativo». Romero sostuvo, en este sentido, que para la consecución de objetivos «no es suficiente con la enumeración de deseos», sino que «hay que definir y orientar acciones y prácticas para generar un contexto de igualdad efectiva».

«Sabemos que las dificultades de las mujeres en el mundo rural son mucho mayores que en las ciudades y tienen una representación que debe de verse reflejada en las organizaciones agrarias, en las cooperativas y en la toma de decisiones», subrayó Romero, que defendió la importancia, según ella, de que las niñas puedan tener referentes en el mundo agrario, un sector, abundó, «absolutamente masculinizado y también envejecido», en el que «hay que apostar por la gente joven» y, dentro de ello, «por la incorporación de las mujeres jóvenes». En esta línea, recordó cómo «las mujeres están abandonando el medio rural» y cómo «el éxodo rural continúa siendo mayoritariamente femenino, lo que hace que se produzcan importantes desequilibrios que pueden poner en riesgo la sostenibilidad demográfica».