El Aula del Vino de Córdoba, cuyo nombre no se escogió al azar, desde su fundación tuvo como principales objetivos aprender y enseñar, informar y formar, investigar y divulgar. Preservar, defender y difundir el mundo del vino, especialmente el de nuestra tierra, como parte fundamental de nuestro patrimonio cultural, mediterráneo y, por tanto, sujeto a la trilogía básica del olivo, la vid y el trigo, precisando que, a través del conocimiento, se llega a su consumo moderado, en contraposición a otras bebidas alcohólicas menos saludables. Para cumplir estos objetivos, el Aula, constituida por dieciséis socios (seis mujeres y diez hombres) bajo la presidencia de Manuel Mª López Alejandre, programa una serie de actividades de las que puntualmente iremos dando noticia. De momento, está en marcha el Curso de Cata.

La segunda noticia es que ya está nombrada la Señora de las Tabernas de Córdoba 2020, Elena Rojano Soriano, jefa de cocina de la Taberna Casa Bravo, situada en plena zona turística, en la calle Puerta de Almodóvar s/n. Con Elena Rojano ya son veintiuna -la primera fue Lola Acedo Núñez, de la Taberna El Pisto- las mujeres que reciben este premio, que empezó a concederse en el año 2000, con la finalidad de sacar del anonimato el trabajo de la mujer, casi siempre esposa del tabernero, al frente de la cocina de la taberna. El nombramiento de Elena se hará efectivo, como es costumbre, en el mes de febrero, con la pública entrega del precioso diploma, un ángel venenciador cuyo autor es Ginés Liébana. Entonces conoceremos mejor la personalidad de Elena y los principios que rigen su cocina. Les adelanto que es una mujer muy interesante.

La designación de la Señora de las Taberna incluye positivamente el mantenimiento de nuestras tradiciones culinarias, los platos caseros y familiares que configuran la gastronomía popular, sin que, naturalmente, eso sea obstáculo para experimentar con nuevas versiones y presentaciones. Se valora la buena mano para dar el punto exacto y armonizar los sabores de la materia prima y los aliños en la elaboración de platos sencillos, con ingredientes no necesariamente caros. El menú de las tabernas se desarrolla según los clásicos apartados donde han de tener cabida las muestras de jamones, quesos y embutidos, las alcachofas a la montillana, los boquerones en vinagre, las frituras de berenjenas y croquetas, las frituras de pescado -el pescado en Córdoba se fríe excepcionalmente bien- y, además de las carnes convencionales, todo el extenso repertorio de casquería: riñones, oreja, sangre encebollada, asadura, callos, manitas de cerdo.